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    5 razones por las que ver 'Matar al padre', la nueva serie original de Movistar +

    La plataforma estrenará el 25 de mayo su nueva propuesta original, y aquí te explicamos por qué no te la deberías perder.

    Matar al padre es la nueva tragicomedia original de Movistar+ que se estrena este viernes 25 de mayo. Se trata de una serie de cuatro episodios en la que conocemos a Jacobo Vidal, un hombre que ya se nos presenta desde el principio como un padre que parece haber perdido el rumbo en el trato con su familia. La degradación de Jacobo a lo largo de su vida arrastrará a los suyos hasta quedar consumidos. Pronto, haremos un recorrido por diferentes épocas de su vida en las que se dan a conocer las situaciones que le han traído hasta este punto.

    En SensaCine ya hemos podido disfrutar de la serie al completo y, por ello, te contamos las razones por las que deberías engancharte a este título.

    Interpretaciones

    Todo el elenco de Matar al padre ha tenido un gran reto a la hora de interpretar a sus personajes, pues se caracterizan por estar llevados al extremo. No obstante, todos y cada uno de los actores han dotado a sus papeles de una esencia distintiva, a pesar de ser algo verdaderamente complicado en esta ficción. En especial, Gonzalo de Castro, quien protagoniza la ficción dando vida Jacobo Vidal, ha dado a Jacobo los matices necesarios para conectar con el espectador, acompañado de un buen guion.

    Jacobo Vidal es un hombre déspota y obsesionado con la organización, demasiado protector con los suyos. Sin embargo, tiene la misión de hacer entender al público que el principal motivo de su modo de actuar es el amor. Y funciona. Los espectadores comprendemos que, pese a que Jacobo no tiene las mejores formas, la familia es el pilar de su vida.

    Asimismo, cabe mencionar que pese a que el papel que interpreta Nuria González es pequeño, no por ello deja de ser sublime. Su trama cala de lleno desde el primer momento que aparece en pantalla y, sin duda, es un ejemplo de personaje discreto que se gana al público enseguida.

    Personajes muy dispares

    Si algo caracteriza Matar al Padre es la presencia de papeles que poco tienen que ver entre ellos. Llevados completamente al extremo pero muy reales, encontramos a Tomás -el hijo mayor de la familia que ha sufrido las peores consecuencias del control de su padre, cambiando sus ansias de vivir la vida con intensidad por fragilidad e inseguridad-, Valeria -la hija menor ha transformado en agresividad aquello que se le ha inculcado desde la infancia, expresando de forma directa y radical todo lo que piensa-  y, por último, Isabel -la matriarca de los Vidal, de personalidad cálida y totalmente opuesta a Jacobo, una psicoterapeuta en crisis que es la única que sabe controlarle-. El broche de esta familia lo pone, por supuesto, Jacobo, descrito anteriormente.

    El hecho de que las diferencias sean tan evidentes permite, curiosamente, que el espectador no se identifique de pleno con una sola figura sino que se entiendan perfectamente los motivos de cada uno de los personajes para actuar como lo hacen. El lado más humano de cada uno de ellos queda reflejado, y es fácil llegar a la conclusión de que, al final, aquí no hay "ni buenos ni malos".

    Son solo cuatro episodios

    Este viaje por la vida de Jacobo está compuesto, tan solo, por cuatro episodios de 50 minutos, así que si no tienes mucho tiempo para pasar frente a la pantalla, ¡esta es tu serie!

    Cada uno de ellos se sitúa en una etapa diferente, mostrando cómo interactúan los personajes con el momento socioeconómico que les está tocando vivir. El primer episodio se sitúa en la España, concretamente Barcelona, post olímpica de 1996. Los tres siguientes tendrán lugar en 2004, 2008 y 2012 respectivamente. Cada época deja una determinada circunstancia que pondrá a prueba a Jacobo demostrando, efectivamente, que su visión de la vida va a seguir imperando pase lo que pase. De hecho, la división de estos episodios se podría entender como dos películas contadas en dos partes.

    Verás las relaciones familiares desde otra perspectiva

    Matar al padre nos regala un relato costumbrista en el que nos pone de frente la realidad. Todas las familias pasan, de alguna u otra manera, por crisis en las que cada uno de sus miembros son, en cierta medida, responsables. Pese a que en la ficción todos culpan a Jacobo como el responsable de sus males, también vemos la cara más humana de cada uno de los personajes, cada uno con sus defectos y virtudes. Puede que Jacobo sea el malo de la serie, pero también puede que no, y así lo refleja la pieza musical de Piero, 'Es un buen tipo mi viejo', escogida como sintonía de la ficción. El fondo de la cuestión no se queda en buscar un culpable, sino que va más allá.

    La dirección tiene sello femenino

    Mar Coll se ha puesto al frente de la dirección de Matar al padre en su primer salto al formato televisivo y, además, en la primera ficción original de Movistar + dirigida por una mujer. Después de sus cintas Tres días con la familia (2009) -galardonada con la Bizanga, el Gaudí y el Goya- y Todos queremos lo mejor para ella (2013), Mar se ha propuesto probar un nuevo formato, y el resultado ha estado a la altura.

    Siguiendo con su temática familiar, Mar tenía el reto de dirigir personajes contrarios -pero complementarios- entre ellos con gran cantidad de matices. Además, la carga emocional de esta tragicomedia es un aspecto clave, pero está claro que Matar al padre ha conseguido lidiar con todas sus propuestas con éxito.

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