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    4 Lions
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    4 Lions

    La carcajada crítica

    por Manuel Yáñez

    Si algo nos enseñaron clásicos como 'El gran dictador' (Chaplin), 'Ser o no ser' (Lubitsch) o '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú' (Kubrick) es que el poder de la risa no conoce límites ni fronteras: su fuerza satírica, siempre crítica, pone patas arriba un mundo que nos empeñamos en alimentar con injusticias y nos libera de los prejuicios que vician nuestra mirada. A partir de esta certeza, imaginemos un propósito (aparentemente) imposible: por ejemplo, reírnos de un grupo de terroristas islamistas decididos a inmolarse en el corazón de Londres. La empresa parece una temeridad, un reto para lunáticos irrespetuosos... o quizás para genios de la comedia. Ese es el desafío que se propone (y nos regala) Four Lions, primer largometraje de Chris Morris, el último talento surgido de la radio y televisión británicas.

    A primera vista, la premisa de esta película con corazón de farsa parece inconcebible: un grupo de risibles aprendices de soldado muyahidín autorretratan su estupidez en un intento por extender la yihad, la "guerra santa". No hace falta ser un lince para detectar las oleadas de humor negro que golpean al filme: los terroristas árabes hablan en un cerrado acento británico, fabrican bombas con productos comprados en Amazon, se auto-califican como Rambo-Pakis, sueñan con rapear como Tupac Shakur y eligen como canción de guerra el "Dancing in the Moonlight", en la versión de Toploader. El objetivo de Morris, un maestro de la sátira para el que no existen los tabúes, es reducir al absurdo todo cuanto rodea al fenómeno del terrorismo islamista (excepto a sus víctimas). Así, Four Lions se ceba con saña con los "hombres bomba", una panda de ineptos con las cabezas ahuecadas por el extremismo religioso; pero tampoco se olvida de las (inoperantes) fuerzas del orden, las (sucias) tácticas de represión anti-terrorista, y la visión cargada de prejuicios que tiene occidente del mundo islámico. En este sentido, la propuesta de Morris es prima hermana del humor irreverente del también británico Sacha Baron Cohen, autor de 'Borat' y 'Bruno'.

    Four Lions es un arrollador festín de incorrección: la desorbitada tasa de gags por minuto llega a ser difícil de asimilar. La puesta en escena de la película recuerda al naturalismo impuesto por Ricky Gervais (creador de 'The Office' y 'Extras') y sus verborreicos diálogos hacen pensar en el deslumbrante trabajo de Armando Ianucci (creador de 'The Thick of It'), otro genio de la última hornada de humoristas británicos. Aunque el referente más directo es el trabajo fundacional de los Monty Python. Viendo Four Lions, resulta imposible no recordar al Frente Popular de Judea, el disparatado e inoperante grupo terrorista anti-romano que campaba por la hilarante La vida de Brian, un clásico absoluto de la sátira cinematográfica. Hacer justicia a estos antecedentes no es tarea fácil, pero Morris sale airoso y triunfante de esta arriesgada jugada.

    A favor: El vendaval inagotable de gags punzantes.

    En contra: Su profunda (y bienvenida) incorrección puede dejar a algún espectador fuera de juego.

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