Últimas opiniones : Ciudades de papel - Página 2

Se tiene que reconocer que la peli es fácil de llorar pero se convierte en una película sin sentido y aburrida, y el final es una mierda yo pensé que acabaría bien i acaba de una manera muy rara, es perfecta para verla un domingo a la hora de comer

bastante entretenida pero no le hace nada de justicia a el libro la verdad para mi los personajes se quedan algo corto sobre todo margot pero para resumir el libro y sobre todo los qe no los allan leído esta bien

la película ciudades de papel cumple su función de entretener , pero pudo ser mucho mejor ya que no refleja a conflejidad de la historia original de Jhon green y se les paso detalles importantes en el desarrollo de la trama , como el libro que escribió Margo y del que le habla a Quentin al final

me encanta esta pelicula de romanse y drama woow les doy un dies 100000000000000000000000 spoiler:

Se que la opinión de esta película ha sido mixta, a muchas personas les gusto demasiado a otras las decepcionó, yo sinceramente me pongo del lado de los que adoraron la película, yo leí el libro y si es diferente en muchos aspectos pero, una de las cosas buenas que tiene es esto, o sea, la película es algo diferente a su material de origen y aun así tiene la misma esencia que tiene cuando te lees el libro. Las actuaciones de todos muy buenas, todo el cast estuvo excelente, la química entre el grupo de amigos se ve y se siente muy natural y la verdad que desde el punto de vista del espectador, se disfruta bastante.
Eso si, mencioné que era algo diferente al libro, hay cambios que me gustaron ( spoiler: como el de que Quentin al final va a la fiesta de graduación) y en especifico hubo uno que no tanto, y es que, yo de verdad quería ver Sea World, habria quedado perfecto pero bueno..

Mencion especial al soundtrack, es increible.
en resumen disfrute mucho esta pelicula en el cine y sin duda estara en mi coleccion de Blu-Ray, en mi opinion una de las mejores del 2015.

Piedra, papel o tijera, la piedra vence la tijera rompiéndola, la tijera vence al papel cortándolo, el papel vence a la piedra envolviéndola; cerrado círculo, aquí roto, por la falta de aptitud y habilidad de esta ciudad de papel que ni atrapa ni involucra.
La he cogido con ilusión y ganas, bienvenida de querencia y grato abrigo de recordar y revivir ese cine de antaño, de esos maravillosos institutos de los 80 y 90 donde enamorarse, vivir aventuras y tus colegas eran lo más importante, ese despertar a la pubertad, perder la inocencia y arriesgarse a transgredir las reglas, básicamente a experimentar esa noche que intuyes será, por siempre, ¡la mejor cita de toda tu vida!
Sólo que tanto entusiasmo pronto se desinfla y queda en apenas nada, pues como afirma la propia protagonista, de un especial juvenil de ¿quién sabe dónde?, “las cosas de cerca son más feas”, y este argumento pierde fuerza y vitalidad conforme rueda y pasan los minutos, según esa ciudad de papel se convierte en fantasma objetivo al que te da igual llegar, en el cual, seguro, no deseas volver a indagar, no por mala visita, sino por aburrida y desganada.
Y duele el comentario porque expone un clima adolescente atractivo, gustoso en el cual penetrar y fisgonear, porque la propuesta apetece y se acepta con la gratitud de esa disposición a gritar ¡a quién le importa!, mientras ríes con los amigos, y mientras vives, a través de ellos, esa locura que nunca hiciste, esa valentía que nunca te planteaste, ese descubrimiento de madurez que tardó años en llegarte.
Porque es lo que promulgan y explotan estas cintas de vecino tímido y buen chico, enamorado desde la infancia de su rebelde vecina, la reina de la promoción, que, de repente, tras años de ignorancia, se acuerda de él para convertir, esa nocturnidad espontánea e inhóspita, en el paraíso de la vivencia, la cumbre de sus sentimientos y el súmmum de la enseñanza que ofertar, en esa narración que supone su voz en off de fondo.
Y acudes con bonanza y placer a este recetario de jóvenes comprobando, “in situ”, el mundo y lo que este tiene dispuesto, para quien corra el riesgo de participar sólo que, no alcanza tu espíritu, su buena voluntad, risueña sintonía y cándido propósito no trascienden tu piel ni encandilan a tu corazón; es más, te vas apagando al son de su tenue y fofa evolución, reconociendo todos los convenientes ingredientes para una velada cordial y plácida que, de tanto excedirse en su parsimonia de mucha bonanza/escasa fuerza, pasa a transformar su buscada amenidad, en atención distraída e interés reducido a mínimos por parte de la concurrida audiencia.
“Es peligroso creer que una persona es más que eso”, subirla a los altares como trofeo a alcanzar hace que te pierdas los milagros próximos que tienen lugar cerca de ti, la obsesión en un punto fijo hace que no aprecies ni valores los demás, pero aquí su sermón filosófico al mundo se acepta en su teoría de sinopsis escrita aunque, por desgracia, pierde puntos, fuelle y carisma al tiempo que se pone en práctica y se va desenvolviendo; no brilla, no seduce, únicamente narra y, simplemente, esta acción no es suficiente para pretender y ansiar su compañía.
Ese primer amor, deseo luminoso que activa la vida, que estuvo más en mi cabeza que otra cosa, ensalzado hasta esa imposible perfección que lo hace inaccesible e intocable, belleza de mis ojos, destino diario de mis pasos, cómo alegraste esa época ¡sin tú saberlo!, enamorada según mi conocimiento ingenuo, feliz desfilaba con sólo coincidir con tu mirada, venerable afán que cobraba sentido en ese cruce calculado de pasillo, en esa lejanía del patio donde un ¡hola! tenía un precio muy estimado..., divina pubertad !que todo lo magnifica¡
“Adolescere”, que está activo, que está creciendo, sólo que, nuestro presente mancebo protagonista, no logra eclipsar con sus sueños ni fascinar con su investigación y peripecia emprendida, cálidas buenas intenciones que se observan sin efecto notorio pues su nostalgia narrativa no aporta emoción, ni magia, ni morriña.
Basado en un manuscrito del mismo autor que “Bajo la misma estrella”, del éxito de ésta se entiende se haya llevado la presente a la gran pantalla, cálculo de taquillazo que no asegura su triunfo, respeto y aprecio; hecho comprobado.

Desde que Margo Roth Spiegelman (Cara Delevingne) apareció en la vida de Quentin (Nat Wolff) como su vecina, se dio cuenta de que era una chica especial. Él lo definió como su milagro. Durante los años de infancia fueron amigos, pero presenciar un acontecimiento traumático hizo que ambos se separaran hasta llegar a ser como desconocidos.

Una noche, Margo aparece en la ventana de Q pidiendo que sea partícipe de su venganza contra aquellos que consideraba sus amigos. Desde entonces hasta que salga el sol se vuelven cómplices y parece que el vacío de los años separados desaparece. Pero a la mañana siguiente la que desaparece es Margo, llevándose con ella todas las esperanzas de Q por conquistar su corazón. A partir de entonces, nos adentramos en una historia llena de enigmas creados por la propia Margo, quien dejó pequeñas pistas.

El verano pasado leí Ciudades de papel, libro que no me convenció del todo pero según ha ido pasando el tiempo creo que le he cogido cariño. La historia no llegó a funcionar conmigo, aunque no quito todo lo que me hizo reír. Hubo sentimientos que no llegó a provocar en mi, pero tenía esperanzas puestas en la película y sin duda no me ha defraudado.

Por ser de John Green, se puede pensar que uno va al cine a ver una película de romance adolescente con algo de drama, pero nada más lejos de la realidad. La cinta nos habla sobre la amistad y está llena de momentos graciosos que consiguen sacar más de una risa al público. La mayoría de estas escenas están protagonizadas por los amigos de Q, Radar (Justice Smith) y Ben (Austin Abrams). Ambos, aunque sobre todo Ben con sus comentarios, son los encargados de hacer más amena la película. En varios momentos me recordó a Bajo la misma estrella, y no hablo por la trama, sino de la producción. Me dio la sensación de estar viendo el mismo escenario lleno de colores que tanto me gustó en la otra película del autor.

Ya había visto actuar a Nat wolff con un papel más protagonista en Stuck in love, por lo que supe que sería un gran Q. Su mirada de loco enamorado en secreto y su postura de inseguro fueron las claves de su gran interpretación. Respecto a Cara, estoy segura de que calló muchas bocas. Hubo muchos prejuicios en las redes sociales con a su papel, pero lo ha bordado. Margo es un personaje misterioso, desenfadado pero perdido, y Cara supo transmitir eso.

Y si alguien tenía dudas, la fidelidad del libro a la película es casi perfecta. Hay varias cosas que suceden cuando comienza el viaje en carretera que no son demasiado fieles, pero esto no supone ningún obstáculo, al contrario, nos permite conocer un poco más a los personajes secundarios y que se desarrollen sus tramas. El pequeño cambio realizado en los últimos minutos de cinta complementan perfectamente al libro, cuyo final quedó algo inconcluso. Por si fuera poco, hay una pequeña sorpresa en la película que hace irremediable amar a John Green.

En definitiva Ciudades de papel es una gran adaptación que consigue llegar más allá que el propio libro. A pesar de su final agridulce, te hará reír y saldrás del cine con ganas de diversión y aprovechar hasta el último minuto de tu vida.

al igual que ... bajo la misma estrella , tiene el mismo argumento rebelde , sensitivo pero el guión es igualito , tendencia a la adolescencia 100% ... el clon de bajo la misma estrella por decir algo ^^

Vi la pelicula la compre por web en Xtopsite es muy buena!!

Principalmente para quienes leímos el libro, se transforma en una decepción, el escritor de este gráfica perfectamente la realidad, transformándola en metáforas sorprendentes, inspiradoras y emocionantes, esperaba que la película hiciera realidad el bello mundo creado por Jhon Green, pero por el contrario, me encuentro solo con la superficialidad de libro, como si tan solo se hubiera leído el libro por partes... No la recomiendo, mata la magia del libro, hubiera deseado no verla para mantener en mi cabeza las imágenes ficticias de ciudades de papel, que eran realmente anormales.