Crítica de SensaCine.com para El color púrpura: Una nueva Celie

Si vas a contar la misma historia otra vez, al menos hazlo de una forma diferente. Si hay algo que valorar positivamente de El color púrpura, la segunda adaptación cinematográfica de la novela ganadora del Pulitzer de Alice Walker, es precisamente eso. Steven Spielberg la llevó a la gran pantalla en 1985 y, después, se convirtió en un musical de Broadway. La nueva El color púrpura es esto último: una película musical basada en el musical de Broadway basado en la novela de Walker. ¿Lo mismo? Sí. Pero, por lo menos, aportando algo nuevo al canon.

El color púrpura narra la historia de Celie, una mujer afroamericana del siglo XX con una vida llena de abusos. Fantasia Barrino da vida a la protagonista después de haberlo hecho sobre las tablas. No es la única en repetir: Danielle Brooks -una de las mejores interpretaciones del filme- también fue Sofia en Broadway. 

Blitz Bazawule tiene estilo detrás de las cámaras. La dirección es elegante y firme, pero El color púrpura no deja de ser una historia de personajes y las interpretaciones son lo que se lleva toda la atención. Los actores, correctos en sus papeles, apuntalan las emociones de cada periodo de la vida de Celie con firmeza. Además de Brooks, que tiene uno de los momentos dramáticos más potentes de la película, Colman Domingo y Taraji P. Henson son otros de los rostros destacables del proyecto. 

El color púrpura no deja de ser un musical muy formal y correcto que, pese a intentar llevar esta famosa historia a un público nuevo, no rebosa originalidad y tampoco deja momentos para el recuerdo.