Crítica de SensaCine.com para Flash: Borrón y cuenta nueva

Es evidente que el Universo DC no está pasando por su mejor momento. La caída de la franquicia de superhéroes de Warner Bros. se remonta a finales de 2020, cuando se estrenó Wonder Woman 1984, la secuela de la Mujer Maravilla protagonizada por Gal Gadot. Las siguientes en la cola, El Escuadrón Suicida, Black Adam y ¡Shazam! La furia de los dioses tampoco consiguieron remontar la saga. James Gunn y Peter Safran son los nuevos directores de DC Studios y tienen planeado hacer borrón y cuenta nueva en el SnyderVerse y darle un buen lavado de cara a la franquicia. Pero, antes de que eso ocurra, todavía quedan algunas películas de la vieja era por llegar a los cines. Flash es una de ellas.

La película en solitario sobre Barry Allen es ideal para el verano: es muy divertida, amable y entretenida. Además, cuenta con uno de los superhéroes más icónicos de los cómics de DC, Barry Allen, interpretado por Ezra Miller, quien encarna a un joven neurótico y cómico que cautiva al público desde los primeros minutos del filme. La película comienza con una secuencia de acción tremendamente seductora, y a partir de ahí, el drama va ganando un poco más de peso cuando profundiza en el trauma infantil del protagonista. De niño, Barry Allen perdió a sus dos padres. Su madre fue asesinada y, al no encontrar culpables, su padre fue metido en la cárcel. El protagonista decide usar sus poderes para viajar al pasado y salvar la vida de su madre, interpretada por Maribel Verdú. Sin embargo, modificar los hechos cambia todo en el presente, y Barry Allen se encuentra en otra línea de tiempo en la que hay otra versión de él y en la que no hay superhéroes.

El multiverso es un elemento que se ha convertido en un atractivo factor dentro de longevas franquicias. Funciona en las sagas que se remontan a décadas atrás porque permite jugar una carta de la que nadie puede escapar: la nostalgia. Recuperar a los héroes con los que creció toda una generación es algo que golpea, y muy fuerte. Aunque volver a ver al Batman de Michael Keaton es un regalo, el regreso de Michael Shannon como el Zod de El hombre de acero no es tan emocionante. Sin embargo, en Flash, parece que el multiverso llega tarde. La única forma en que puede salvarse es si Gunn y Safran deciden seguir jugando con él y utilizarlo como herramienta para hacer borrón y cuenta nueva en el Universo DC. Solo el tiempo dirá si esto sucede o si se convierte en una mera anécdota.

Flash comparte el mismo fallo que muchas películas que han llegado a la gran pantalla en los últimos años: una duración excesiva que, en ocasiones, resulta tediosa. El desenlace con uno de los villanos se resuelve de una forma un tanto insípida y es una pena que Sasha Calle, quien debuta como Kara Zor-El/Supergirl en la película, tenga tan poco tiempo en pantalla.

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