El director no se corta en decir que Indiana Jones y la última cruzada, una de las películas más queridas de la saga de aventuras de Spielberg, es "simplemente aburrida" y tampoco en despreciar el trabajo del mismísimo Alfred Hitchock
Como la mayoría de los directores de cine, Quentin Tarantino tiene sus amantes y sus detractores, pero lo cierto es que es un cineasta cuya aportación a la industria no pasa en absoluto desapercibida. A menudo mencionamos algunas de sus películas de culto que ya son parte de la cultura pop como la brillante Pulp Fiction o la inconfundible Kill Bill, pero la realidad es que toda su filmografía es incontestable. De hecho, Tarantino está decidido a que sea perfecta, siendo su intención producir solo una película más, la décima, y así asegurarse de no perder el toque con el paso de los años como cree que le ha pasado a otros compañeros.
Amante absoluto del cine, Quentin Tarantino no solo disfruta haciendo películas, sino que verlas siempre ha sido una de sus grandes pasiones, siendo sus propios trabajos el fruto de la mezcla de su propia creatividad y las influencias de aquellos a los que admira.
No obstante, el director tampoco tiene pelos en la lengua a la hora de reconocer cuando una película no le gusta y poco le importa si el título en cuestión es más o menos apreciado de forma generalizada. Tarantino no se corta en decir que Indiana Jones y la última cruzada, una de las películas más queridas de la saga de aventuras de Spielberg, es "simplemente aburrida" y tampoco en despreciar el trabajo del mismísimo Alfred Hitchock: "La gente descubre Con la muerte en los talones y piensa que es maravillosa, cuando es una película mediocre".
"Siempre pensé que Kubrick era un hipócrita"
Otro de los genios del cine que Tarantino no duda en criticar es el mismísimo Stanley Kubrick, quien es prácticamente intocable por la comunidad cinéfila. Como recoge este perfil de The New Yorker publicado en 2003, el cineasta encuentra sus películas demasiado frías y sobrias, pero también opina que quería vender una imagen de sí mismo que no se correspondía con sus verdaderas intenciones.
Siempre pensé que Kubrick era un hipócrita, porque su lema era: 'No estoy haciendo una película sobre la violencia, estoy haciendo una película contra la violencia". Y es como: 'Lárgate de aquí'
Según la opinión de Tarantino, Kubrick disfrutó rodando la violencia y no puede sostener una actitud contra ella: "Sé y tú sabes que tu polla estaba dura todo el tiempo que rodaste esos primeros veinte minutos, no pudiste mantenerla en tus pantalones durante todo el montaje. Y la puntuaste. Te gustó el resto de la película, pero aguantaste el resto. Lo hiciste durante esos primeros veinte minutos. Y si no lo dices, eres un maldito mentiroso".
A pesar de sus palabras hacia el director, sí valora los primeros minutos de la película, que describe como "jodidamente perfectos. Son lo mejor que se puede hacer en el cine". "Todo el desfile ininterrumpido de Alex y los druidas, o como se llamaran: golpean a un vagabundo, se pelean entre pandillas, van al bar de leche, violan a una chica, entran a la casa a robar, conducen y tocan Beethoven, con la fantástica narración de Malcolm McDowell en marcha, y es una pieza cinematográfica tan pop, visceral y perfecta como creo que se había hecho hasta entonces", aseguró.