Algunos privilegiados van a poder disfrutar de la odisea de Beatrix Kiddo tal y como desea el cineasta. Aunque ya había visto la luz, ahora lo hace de manera más amplia
Lo siento, pero llevas 22 años viendo mal Kill Bill. La película de artes marciales protagonizada por Uma Thurman llegó a los cines en octubre de 2003 dividida en dos partes, en contra de los deseos de Quentin Tarantino, que siempre la divisó como una única película. La segunda parte, Kill Bill 2, se estrenó apenas seis meses después de la primera, pero fue un tiempo demasiado largo como para contentar al cineasta.
Él siempre soñó con hacer una sesión de cuatro horazas para que el espectador no despegara el culo del asiento mientras veía a la Novia arrasar en su camino de venganza, pero el estudio pensó que era cosa de un cinéfilo loco. Pero estamos hablando de Tarantino y, por supuesto, no ha luchado hasta que su Kill Bill ha podido llegar al público.
Una secuencia de espadas inédita hasta la fecha
El 5 de diciembre de 2025 se estrenará en Estados Unidos Kill Bill: The Whole Bloody Affair, una versión que elimina el final de suspense del Vol. 1 y el resumen del inicio del Vol. 2 para agilizar la narrativa. Además, incluye una secuencia de anime que se ha realizado a cargo del legendario estudio Production IG, los mismos de Ghost in the shell.
Seguro que recuerdas cómo la primera película narra la desgarradora historia de la asesina y jefa de la Yakuza O-Ren Ishii (Lucy Liu), quien lucha contra Beatrix en una batalla memorable, mediante un pequeño corto de animación. Ahora, el corte Kill Bill: The Whole Bloody Affair, amplía esa secuencia con una lucha de espadas nunca vista hasta la fecha.
"Escribí y dirigí [Kill Bill] como una sola película, y me alegra mucho darles a los fans la oportunidad de verla como tal. La mejor manera de ver Kill Bill: The Whole Bloody Affair es en un cine en un glorioso formato de 70 mm o 35 mm. ¡Sangre y vísceras en pantalla grande en todo su esplendor!", ha declarado el cineasta al promocionar este montaje.
Tarantino ya había estrenado The Whole Bloody Affair en Cannes en 2006 y, desde entonces, la había proyectado en el New Beverly Cinema, un cine de Los Ángeles de su propiedad. Sin embargo, estas proyecciones han sido tan exclusivas que pocos se habían enterado de que hay una Kill Bill más larga, intensa y mejor. Ahora los estadounidenses van a poder disfrutar de un estreno más grande y los españoles, mientras tanto, podemos soñar con que hagan lo mismo en nuestro país.