Gareth Edwards dirigió esta cinta en 2023 con sus luces y sus sombras, pero irreprochable en su faceta de efectos visuales
Gareth Edwards se dio a conocer en 2010 con Monsters, una película de ciencia ficción -en la que él fue el guionista, director, director de fotografía y artista de efectos visuales- que sorprendió a todos por su aproximación al cine apocalíptico de monstruos. Su idea era situar la acción en un mundo invadido por criaturas extrañas, pero cuando ya ha pasado la fase inicial y "la gente ya no corre ni grita, sino que la vida continúa". La rodó con un equipo de seis personas viajando de país en país y sin pedir permisos. La mayoría de personas que aparecen en la cinta simplemente pasaban por allí el día de rodaje y los diálogos fueron improvisados en base a un esquema.
Ese cine de guerrilla siempre ha acompañado a Edwards y tiene su máximo exponente en esta película que estrenó en 2023: The Creator. Esta cinta de ciencia ficción ambientada quince años después de que comenzara una guerra entre los humanos y la IA fue una grata sorpresa para los fans del género y, aunque tiene sus luces y sus sombras -especialmente en el terreno narrativo-, sigue siendo un título imprescindible de los últimos años.
Puedes alquilarla en AppleTV+ por 3,99€.
Los acontecimientos de la película tienen lugar en un futuro cercano en el que los robots y la inteligencia artificial se han integrado en nuestras vidas, pero, en 2055, estalla una bomba nuclear en Los Ángeles, a priori, detonada por las máquinas. Comienza entonces una guerra entre los humanos y los robots y la IA queda erradicada en el mundo occidental. Sin embargo, hay una región llamada Nueva Asia en la que la IA se mantiene viva y el ejército estadounidense lucha por asesinar a su líder, Nirmata.
En este contexto vive el sargento Joshua Taylor, que vive en Nueva Asia como agente encubierto junto a su esposa embarazada, Maya, a quien se cree hija de Nirmata. Su hogar es destrozado por fuerzas militares estadounidenses y dan a Maya por muerta. Tiempo después, Joshua sigue trabajando en el ejército y descubre que el nuevo arma desarrollado por Nueva Asia tiene forma de niña. Termina bautizándola como Alphie y juntos luchan por sobrevivir.
La idea de la película surgió cuando Gareth Edwards se encontraba de viaje por Vietnam. Andaba detrás de una historia con robots y al contemplar los campos de arroz recordó una frase de James Cameron: "coge la idea de la Guerra de Vietnam y ponla en el espacio con aliens". Antes de su viaje, la idea que Edwards tenía de Vietnam era lo que había visto en Apocalypse Now -una de sus cintas favoritas- y no paraba de ver la guerra de Coppola allá donde mirase. "No podía evitarlo, ves la guerra y las escenas clásicas de las películas. Y como también quería hacer una película de robots empecé a imaginar a la gente como robots y monjes yendo a los templos, pero monjes robots, los campos de arroz...", nos contó en una entrevista.
"Nadie podía decir esa frase": cómo hacer una película de ciencia ficción con aspecto de 300 millones de dólares habiendo gastado 80Así que allá que se fue justo después de la pandemia junto a un grupo muy reducido de personas y la intención de grabar al estilo guerrilla: rápidos y sin ser vistos. "Había una regla que la única gente que podía estar al lado de la cámara tenía que ser muy rápido", asegura, "si girabas la esquina o debajo de un puente veías cientos de personas mirando un monitor, escondidas, y sentí como si estuviéramos haciendo una película de estudiantes".
Pero no eran un grupo de estudiantes, claro, y todo lo que se habían rodado en el rodaje se lo gastaron en los efectos visuales. Gran parte de los 80 millones de dólares que tenían para gastar -que no son muchos en los niveles que se manejan en Hollywood- se fueron a posproducción y ahí es donde radica la principal fuerza de la película: es un espectáculo visual inigualable.
The Creator está bellamente filmada e impecablemente diseñada. Edwards ha creado aquí un universo con el que llevaba toda la vida soñando y, a pesar de tener una trama con poca emoción, merece la pena detenerse a mirar embobado todo lo que compone este bonito cuadro de ciencia ficción.