Trump nos ha empujado al 'Alien vs Predator' de Hollywood: Paramount y Netflix se enfrentan por Warner, y el perdedor seremos nosotros
Pedro Gallego
-Redactor de cine y series
Periodista cultural con varios años de experiencia con especial interés en el cine y las series. Busca las mejores recomendaciones para ver en las diferentes plataformas de streaming.

Hay una guerra abierta de la que hay pocas cosas que ganar

El viernes parecía que todo el pescado estaba vendido y que Hollywood iba dirigido hacia un evento catastrófico. Netflix anunció la compra de Warner Bros con su inmenso catálogo de títulos, franquicias, cadenas de prestigio como HBO Max y un mercado de distribución cinematográfica que podría tambalear dado su desinterés en el mismo. Todos estábamos ya pensando en las implicaciones de una de las compras más importantes de la historia del cine, pero igual no está todo acabado.

En las últimas 24 horas Paramount, la primera interesada en adquirir el (otro) legendario estudio de cine, estalló ante lo que consideró unas negociaciones injustas para favorecer a Netflix y ha decidido optar por sacar toda la artillería. Su CEO David Ellison anunció planes de organizar una OPA hostil, apelando directamente a los accionistas con una oferta más lucrativa que la de la plataforma de streaming para consolidar su poder.

Todo pasa por la Casa Blanca

Todo son movimientos tremebundos para Hollywood que, sin embargo, lo conducen a una situación próxima a la del famoso eslogan de Alien vs Predator: gane quien gane, la humanidad pierde. Que Netflix se apropie de Warner puede ser catastróficos para unas salas de cine que consideran un negocio obsoleto y contra el que compiten por espectadores. Que se lo lleve Paramount no es precisamente más positivo, ya que implica menos competencia en el mercado cinematográfico y menos títulos estrenados por año, lo contrario de lo que desean los cines. Además, ambos tienen lazos demasiado estrechos con Donald Trump que podrían afectar a cómo manejan el futuro de la industria.

Tanto Paramount como Netflix necesitan de una buena relación con el presidente para poder realizar la compra de Warner, ya que cualquier acuerdo de esta magnitud tiene que ser estudiado por mercados reguladores para evitar monopolios. David Ellison ya mostró disposición de intentar llevarse bien con Trump para poder comprar Paramount en primer lugar, y desde entonces ha tomado decisiones para complacerle. Las cadenas de noticias han recibido presiones para ser menos críticos con el presidente, Stephen Colbert fue cancelado en una decisión que alegró a dicho presidente y hasta ha intentado adquirir los derechos de la franquicia Hora punta para realizar la siguiente película, aparentemente a petición de Trump.

Sus relaciones, eso sí, se han visto tambaleadas en los últimos días después de que 60 Minutos, programa periodístico propiedad de Paramount, emitiese un reportaje duro sobre uno de los principales fieles de Trump. Por otro lado, se ha sabido en los últimos días que Ted Sarandos, el co-CEO de Netflix, se reunió con el presidente horas antes de oficializar el acuerdo para comprar Warner, probablemente para contar con aguas tranquilas que no manden todo el gozo hacia el pozo.

Hace 18 años que terminó esta saga de acción: ahora Trump usa su poder para presionar al estudio y que haya una secuela

Al final, todo pasa por Trump, que ya anunció en su regreso a la Casa Blanca que quería recuperar influencia en Hollywood. Sus intentos de tener atenazada a la industria pasaron por la eterna (aunque confusa) amenaza de aranceles a las producciones extranjeras, además de sus conexiones con estrellas como Sylvester Stallone y Mel Gibson. Pero conectar directamente con los dueños de los estudios es su manera definitiva para que todo fluya a su gusto, con consecuencias potencialmente nefastas para los espectadores del resto del mundo. Una guerra abierta con pocas cosas que ganar para nosotros.

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