'Monstruo: Ed Gein' ya está disponible al completo en Netflix y, al igual que sus predecesoras', construye la historia del asesino desde su condición de persona humana
Tras el indiscutible éxito de sus dos anteriores temporadas -la primera centrada en el asesino en serie Jeffrey Dahmer y la segunda en los parricidas Lyle y Eric Menéndez-, acaba de llegar a Netflix la tercera entrega de la serie antológica de Ryan Murphy: Monstruo: La historia de Ed Gein, centrada en uno de los asesinos más famosos de América al que apodaron como "el carnicero de Plainfield". El encargado de interpretar a Ed Gein, un hombre que creció y vivió prácticamente aislado durante toda su vida y que, además de cometer asesinatos, se dedicaba a la profanación de tumbas, ha sido Charlie Hunnam, el inolvidable Jax Teller de Hijos de la anarquía que llevaba a algunos años lejos de las cámaras.
Monstruo: La historia de Ed Gein consta de 8 episodios de aproximadamente una hora de duración que ya están disponibles en la plataforma de 'streaming' y, como en sus anteriores incursiones en sonados casos de la crónica negra estadounidense, Ryan Murphy e Ian Brennan han vuelto a volcarse en desentrañar la psique del asesino cuya historia quieren contar. Los creadores no solo quieren contar su recorrido criminal y la parte más morbosa de la historia, sino mostrar a la persona y su recorrido hasta llegar a cometer sus infames acciones.
De hecho, la serie comienza antes de que Gein cometiera ningún asesinato, en 1945, y conocemos al solitario personaje en su granja de Wisconsin, marcado por el aislamiento y una infancia restrictiva y abusiva por parte de su madre.
Cuando Hunnam comenzó a trabajar el personaje, también tuvo que hacerlo tratando de conectar con ese lado humano y más emocional: "Hay que sentir un enorme amor y empatía por el personaje que interpretas para poder encarnarlo", explica en su extensa entrevista con Variety con motivo del estreno de la serie.
Y así lo hizo, pero, dos días después de terminar de rodarla, Hunnam viajó a Plainfield para visitar la tumba del asesino para poner punto final al viaje.
Quería decir algunas cosas y dejar claro que no iba a continuar en este viaje. Aunque reconozco plenamente el horror de los actos que cometió, mi único trabajo era descubrir la verdad. Me sentí obligado a decírselo
Tras hacerlo no sintió nada especial: "Sentí que el viaje había llegado a su fin", explica al periodista.
Ed Gein falleció en 1984 a la edad de 77 años a consecuencia de una enfermedad respiratoria derivada de un cáncer de pulmón que sufría y después de casi 30 años bajo custodia psiquiátrica. Fue enterrado junto a su familia en el Cementerio de Plainfield y, aunque su tumba no tiene nombre, es reconocible porque la gente deja cosas allí. Durante años, gente que visitaba el lugar se llevó trozos de la lápida.