Críticas
1,5
Mala
El doble del diablo

El diablo y su doble bueno

por Cristina Álvarez López

‘The Devil's Double' está basada en la novela homónima de Latif Yahia, un soldado que combatió por Iraq en la Guerra del Golfo y que asegura haber sido el doble de cuerpo de Uday Hussein, el hijo mayor de Saddam. El filme comienza precisamente cuando Latif es obligado a aceptar esta misión que inicialmente rechaza, pero a la que acabará accediendo cuando su familia sea amenazada por Uday.

Sin duda, el filme parte de una premisa argumental original y atrevida que prometía ponernos frente a una película distinta sobre los entresijos del poder. Sin embargo, todas las expectativas se diluyen rápidamente cuando vemos lo poco arriesgado que es el abordaje de Lee Tamahori. Como biopic estamos ante una típica historia de ascenso y caída que no aporta nada nuevo al género y que está trufada de escenas donde la tónica general está marcada por el exceso. La combinación de fiestas, drogas, armas y sexo trata de dar un aire trash a un filme que, en el fondo, es relamido y se toma demasiado en serio. Uno de los referentes de Temehori parece ser ‘El precio del poder' (Scarface, 1983), pero si en el filme de De Palma el histrionismo de Al Pacino era moldeado por la intensidad, la desesperación y un fuerte sentimiento de lo inevitable, aquí todo parece una imitación vacía y cansada.

Quizás uno de los aspectos más decepcionantes del filme es el poco partido que saca a la figura del doble que, más allá de proporcionar dos o tres giros de guión muy previsibles, apenas tiene importancia en la película. La condición de Latif como doble de Uday no difiere de la de su amante (Ludivine Sagnier), ni de la de otros personajes de su séquito: él es, simplemente, un esclavo. Mientras el filme retrata a Uday como un psicópata cruel, infantil y descerebrado, Latif es presentado como un hombre bueno, extremadamente racional y poseedor de un gran autocontrol. Dominic Cooper interpreta ambos papeles de modo totalmente opuesto, acentuando esta idea hasta un punto que resulta excesivamente molesto y maniqueo. El cruce de identidades entre Latif y Uday -algo que el filme parece querer sugerir desesperadamente en algunos diálogos- se convierte entonces en un simple trámite, en un peaje que hay que pagar, pero nunca en una verdadera preocupación de la película.

‘The Devil's Double' quiere ser muchas cosas pero se queda a medio camino de todo. Como filme de acción es torpe y poco imaginativo; como parodia es tímida, se ceba en algunos personajes para glorificar a otros; y como drama sobre los excesos y la banalidad del poder es reiterativo, superficial y cae, ingenuamente, en su propia trampa.

A favor: Las pelucas de Ludivine Sagnier.

En contra: Su forma de enmascarar su falta de atrevimiento.