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    "O salva el cine o lo mata": la crítica más sincera de 'Avatar: El sentido del agua'
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.
    Escrito con:
    Alejandro G. Calvo

    Alejandro G. Calvo ya ha visto las 3 horas y 15 minutos de película y tiene algo que decirnos.

    A nadie se le escapa que Avatar: El sentido del agua llega a cines el 16 de diciembre. La película de James Cameron llega como el evento cinematográfico definitivo para volver a atraer al público a las salas de cine y aún no sabemos qué tal funcionará en taquilla, pero lo que sí tenemos recién salida del horno es la crítica de Alejandro G. Calvo, crítico y 'publisher' de SensaCine que ha grabado la opinión más sincera de la cinta.

    "Una vez consigues superar ese Cañón del Colorado que te imponen sus imágenes y entras, puedes disfrutar", cuenta G. Calvo, que no comparte del todo el amor de Cameron por la innovación tecnológica que ha aplicado en esta película. ¿Es posible que el crítico disfrute más de Abyss, otra cinta submarina del director? Es posible, pero eso no quita que Avatar 2 tenga cosas buenas y aquí van.

    "Los Goonies' de Pandora"

    Uno de los puntos fuerte que tiene Avatar: El sentido del agua es la introducción de la nueva generación de Na'vis. Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña) han formado una familia -han transcurrido 13 años desde la primera y eso da para mucho- y nos la quieren presentar: Neteyam (Jamie Flatters), Lo'ak (Britain Dalton) y Tuk (Trinity Bliss) son los tres hijos biológicos de la pareja protagonista, a los que hay que sumar dos adoptados: Kiri (Sigourney Weaver) y Spider (Jack Champion).

    'Los Goonies' de Pandora son los protagonistas y molan bastante. Su relación está bastante bien porque le da un tono de aventura a la película que funciona muy bien

    La familia es uno de los temas centrales de la película y la que empuja la acción cuando los pequeños de los Sully tienen problemas. Al igual que sucedía en la primera, Avatar 2 tiene un gran factor cañero donde Cameron demuestra que no ha perdido saber hacer. "Cuando entra la acción es tan espectacular y brillante como la primera parte. Más que por las metralletas, la acción me gusta cuando Zoe Saldaña de azul se pone a tirar flechas. Ahí hay mucha espectacularidad, James Cameron no ha perdido ese sentido de la fuerza que tienen todas las imágenes y creo que se disfruta muchísimo la película", asegura el crítico.

    Disney

    El otro gran tema es el cuidado del medioambiente, continuando con el mensaje que lanzaba la primera entrega. "Los humanos somos unos cabrones y a lo que nos dedicamos es a ir a cargarnos las cosas. Ya lo sabemos, nos estamos cargando nuestro propio planeta, ¿por qué no ir a cargarnos el de los demás?", resume G. Calvo. Cuando el territorio de los Na'vi termina destrozado por la acción del hombre, la familia tiene que buscar refugio en los Metkayina, una tribu que vive en los acantilados. Y es aquí donde empieza toda esa espectacularidad de las imágenes submarinas que buscaba James Cameron y que suponen uno de los puntos débiles del filme, en opinión del crítico.

    "Avatar 2' si fuera de animación y durara la mitad sería una obra maestra"

    "La sensación bruta de Avatar 2 es que estás delante de una demo de un videojuego muy larga. De un videojuego de ultimísima relación, con una imagen de una realidad, de una definición que está tan bien que no gusta, que es espantosa. Creo que es feísima", confiesa abiertamente en la crítica. Este aspecto de la cinta, tan valorado por otros críticos, es justo donde no ha entrado Alejandro G. Calvo.

    Es como cuando ves un partido de fútbol en Ultra HD. Es esa definición de 'Aquí no hay quien viva'. Es una definición súper pulida. Precisamente, cuanto más quieren hacer parecer el efecto digital real o ultra real -como en 'Polar Express' o 'Beowulf'-, las imágenes son muy feas. Son mucho menos creíbles. 'Avatar 2' si fuera de animación y durara la mitad sería una obra maestra.

    Demasiadas "imágenes de National Geographic" durante demasiado rato. Los 192 minutos de duración de la película pesan en el resultado final y es inevitable pensar que si hubiera durado menos funcionaría mucho mejor. "Tenéis todo el derecho del mundo a disfrutarla. Igual estoy equivocado y tú tienes razón, pero a mí me ha costado muchísimo entrar en la película", argumenta.

    Eso sí, la parte estética termina por ser una barrera que vale la pena atravesar. "Una vez consigues superar ese Cañón del Colorado que te imponen sus imágenes y entras, puedes disfrutar. Estoy seguro de que a muchísima gente le va a encantar, la están nominando ya a los Globos de Oro y la van a nominar a los Oscar. Va a ser una película importante y hay que ir a verla al cine. Os animo a verla y a sacar vuestras propias conclusiones", zanja Alejandro G. Calvo.

    Avatar: El sentido del agua llega a los cines el 16 de diciembre.

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