A lo largo de sus casi 40 años de carrera, Christian Bale nos ha dejado más de un personaje para el recuerdo. Pero, dejando a un lado al Bruce Wayne del la saga sobre El caballero oscuro de Christopher Nolan, a Patrick Bateman de American Psycho y a Dicky Eklund por el que ganó su primer -y de momento- único Oscar con The Fighter, el famoso intérprete nos regaló su transformación más impactante en 2004 con El maquinista, en la que interpretaba a Trevor Reznik, un operario de de fábrica que sufre de insomnio y cuya vida se convierte en una pesadilla cuando cuando un compañero suyo sufre un desgraciado accidente.
La transformación de Bale para meterse en la piel del personaje en sus horas más bajas es una de las más comentadas de la historia de Hollywood, puesto que el actor llegó a adelgazar más de 28 kilos, lo que suponía un tercio de su peso.
Lo que hizo Christian Bale, quien en aquel momento tenía 29 años, fue una acción peligrosa, puesto que no lo hizo bajo la constante supervisión médica, y él mismo llegó a describirlo como algo "ligeramente autodestructivo" que había disfrutado como reto.
Curiosamente, según admitiría en varias entrevistas, el director de la película Brad Anderson nunca le dio instrucciones de perder tantísimo peso, pero Bale consideró que no había otra forma de hacerlo, porque no confiaba en que el CGI fuese a brindarle el mismo resultado. "No sé, realmente no tengo suficiente fe en CGI para hacer eso", recoge una entrevista al intérprete en 2004 publicada en RadioFree. "Disfruté el desafío y los impulsos ligeramente autodestructivos que conllevaba perder esa cantidad de peso".
Paramount Vantage
"No estuve [constantemente monitorizado]. Fue algo que me dijo mucha gente. Pero yo me sentía bien" aseguraba un jovencísimo Bale. "Y había sido aconsejado por un nutricionista sobre las vitaminas que podría perder y me tomé suplementos para ello. Decidí que, mientras me sintiese bien, ir a un doctor me iba a hacer sentir más nervioso sobre lo que estaba haciendo. No sé quizá hay cierta estupidez de sentirse invencible".
Para perder esos 63 kilos, el actor siguió una dieta muy baja en calorías durante casi cuatro meses y mucho ejercicio. Unos límites peligrosos que él mismo admite, ya que también aseguró que no lo haría una segunda vez: "Consideraría muy seriamente volver a hacer algo así. Creo que, por segunda vez, ciertamente te estás buscando problemas". Tras El maquinista, Bale volvió a someter su cuerpo a un cambio importante cuando tuvo que acumular músculo para su próximo papel en Batman Begins y llegó a ganar 45 kilos.
