Es un clásico de finales de los años 90. Las nuevas generaciones probablemente no la tengan en el radar, pero para los que crecieron en esa época, este filme era de visionado obligado. American History X, protagonizada por Edward Norton y Edward Furlong, se convirtió en uno de esos títulos amados por todos. Bueno, menos por alguien: su propio director.
Tony Kaye se colocó detrás de las cámaras de este proyecto que le dio a Norton una nominación a Mejor actor en los Oscar de 1999. La historia sigue a dos hermanos de Los Ángeles que se involucran en un grupo de ideología nazi. American History X fue alabada por la crítica y el público y la interpretación de Norton fue uno de los elementos más destacados. Pero para Kaye, la posproducción del filme fue una auténtica pesadilla.
El director llevó a cabo su versión y, aunque su montaje tuvo una buena respuesta en los pases de prueba, New Lince insistió en llevar a cabo más cambios. Esto no le gustó nada a Kaye, que se enfrentaba a su primera vez como director. El estudio, dada la reacción del director, le prohibió la entrada a la sala de edición pero luego volvió a dejarle trabajar en el montaje.
Cuando Kaye recuperó su sitio, se encontró con una versión de la película totalmente diferente. Una en la que hasta Norton había estado editando. Esto es lo que contó en The Guardian sobre lo ocurrido:
Estaba tan asombrado por lo que estaba haciendo a mi película, y por el hecho de que New Line lo aprobó, que di un puñetazo a la pared y me rompí la mano
La versión final que se estrenó de American History X era 40 minutos más larga que la que había editado Kaye. "La película que estrenaron estaba llena de tomas de todos llorando en los brazos del otro. Y, por supuesto, Norton se había dado generosamente más tiempo en pantalla", contó el cineasta.
UNA MALA REPUTACIÓN
Aurum
Kaye incluso intentó desligarse del film usando un pseudónimo: "Humpty Dumpty", un personaje de una canción infantil inglesa con forma de huevo antropomórfico y un término utilizado para designar a alguien torpe y pequeño. Otro que propuso fue Ralph Coates, un jugador del Tottenham de los años 70. Ninguno fue aceptado.
"Si se hace un 'remake' es porque la original es mala. Y la mía no lo es": Hollywood quiso su propia versión de una de las mejores películas de terror y al director original no le gustóEntre otras cosas, Kaye hizo que American History X fuese eliminada del Festival de Cine de Toronto, certamen en el que iba a mostrarse. El cineasta incluso admitió en The Guardian que se le pasó por la cabeza enviar a un grupo de manifestantes para bloquear las puertas de los cines y evitar que la gente entrara a ver la película. También denunció a New Line por 200 millones de dólares, pero el caso fue sobreseído en el año 2000. Kaye se ganó, con solo una película, la reputación de ser un director al que no se podía contratar.
El cineasta no vio American History X hasta el año 2007 y reconoció en Chicago Tribune que había cometido errores:
Estaba superado y era egoísta. Mi ego se interpuso en el camino. Eso fue totalmente mi culpa. En cierto modo, me alegro de que haya sucedido porque necesitaba algunas lecciones de vida
Tras lo ocurrido con American History X, Kaye no volvió a dirigir una película hasta 2006: el documental Lake of Fire. Terminó en la lista de posibles candidatas a los Oscar, pero finalmente no fue nominada a Mejor película documental.
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