Desde que comenzó su carrera, Scarlett Johansson ha estado ligada al sambenito de 'icono sexual'. Papeles como los de Lost in Translation (2001) o Match Point (2005) la convirtieron en la 'It girl' del momento para su pesar. Tardó años en quitarse esa sombra de encima y, por el camino, pasó por alguno de los puntos más bajos de su carrera.
Fue difícil salir de ese encasillamiento. E hice películas como '¿Qué les pasa a los hombres?' que continuaban esa narrativa. No podía hacer ningún progreso", reconoce a Variety
Sabiéndose una de las 'rubias doradas' de Hollywood, la actriz estaba cada vez más perdida. No era lo que quería para su carrera, pero tampoco le daban la oportunidad de demostrar de lo que era capaz. "Creo que me ofrecieron todos los guiones de Marilyn Monroe. Yo estaba como, '¿Es este el final del camino creativamente hablando?", confiesa Johansson.
El punto de inflexión fue perder el papel protagonista de Gravity. Alfonso Cuarón se decantó por Sandra Bullock -un papel que, por cierto, le dio una nominación al Oscar- y dejó a Johansson un poco por los suelos. "Había querido ese papel con todas mis fuerzas. Fue la gota que colmó el vaso. Me sentí realmente frustrada y sin esperanza. Pensaba: '¿De verdad estoy haciendo bien mi trabajo?", sigue la actriz.
Marvel Studios
Daba la casualidad de que por aquel entonces también había sido rechazada para ser Viuda Negra en Iron Man 2, pero la suerte le sonrió. Emily Blunt, la actriz que había sido escogida para el papel, tuvo que declinar la oferta porque estaba comprometida por contrato con Los viajes de Gulliver (2010). Por suerte, la siguiente a la que llamaron fue a Scarlett Johansson y el resto ya es historia. "Esta película no me iba a hacer avanzar mucho por como estaba escrito mi personaje, pero había potencial para el futuro: había potencial para crecer en películas posteriores", dice. Ese crecimiento se tradujo en nueve películas del Universo Cinematográfico de Marvel, una de ellas en solitario. No se equivocaba.
Y, aunque el éxito del UCM es innegable, el crecimiento de Johansson se produjo en todos los sentidos. Al mismo tiempo que se alejaba del estereotipo de 'It girl' crecía como intérprete. Poco después de Iron Man 2 trabajó en la obra Panorama desde el puente, de Arthur Miller, que la ayudó profesionalmente: "Tuve un gran crecimiento haciendo esa obra, creativa y artísticamente".
Johansson salió del hoyo victoriosa. No solo tenía una franquicia millonaria entre manos, también encadenó varios proyectos que la acercaron a la crítica, como Under the Skin (2013), de Jonathan Glazer, una cinta de ciencia ficción que fue un fracaso comercial pero cosechó muy buenas valoraciones; Her (2013), la película en la que Joaquin Phoenix se enamora de su asistente virual y que es adorada por el público; y Lucy (2014), un éxito de taquilla dirigido por Luc Besson.
