Poderoso caballero es don dinero, así que no es raro que a menudo nos quedemos de una piedra al saber de los lujos inesperados que pueden permitirse algunas 'celebrities'. Desde comprarse una isla hasta hacerse con barrio entero y asegurarse así de no tener vecinos. Entre los gustazos que se dan algunas famosas estrellas de Hollywood hay de todo: desde los más normales y habituales que se daría cualquiera a quien se lo permitiese su cuenta corriente, hasta otros más excéntricos.
Un hobby muy habitual entre 'celebs' es el coleccionismo y la pasión por las subastas. Una actividad tan extendida que ha llegado a ocurrir que un rostro de lo más conocido haya ganado a otro mientras ambos pujaban por el mismo artículo. Y eso es exactamente lo que pasó en una subasta que tuvo lugar hace ahora 16 años, en 2007, que nos dejó una anécdota de lo más curiosa y que también supuso un varapalo económico para uno de los implicados del que todavía no ha logrado recuperarse a día de hoy.
El suceso al que nos referimos tuvo lugar en el año 2007 y sus protagonistas son dos estrellas de Hollywood inconfundibles: Leonardo DiCaprio y Nicolas Cage. Ambos habían asistido a la misma subasta en la Beverly Hills Gallery y ambos se sintieron atraídos por el mismo objeto: un cráneo de dinosaurio de 70 millones de años de antigüedad.
Según recordaba en un reciente artículo del sitio web The Things dedicado a las pasiones millonarias del ganador del Oscar por Leaving Las Vegas, las dos estrellas lucharon por hacerse con la valiosa pieza, resultado ganador finalmente Nicolas Cage tras haber ofrecido 276.000 dólares.
Nunca recuperé mi dinero
Sin embargo, la jugada le salió fatal, puesto que, tras haberse hecho con el cráneo, Cage se vio obligado a devolverlo: se trataba de una pieza robada en Mongolia y fue demandada por el Gobierno del país asiático. Sin embargo, más de 15 años después, el actor aún no había logrado recuperar el dinero. Se lo contó en 2022 a GQ, asegurando que había comprado aquel cráneo de forma absolutamente legal y que lo devolvió en cuanto fue reclamado: "Se lo di, pero nunca tuve mi dinero de vuelta". "Alguien en la casa de subastas debería estar en la cárcel", añadió.
Eso sí, Cage no se arrepiente de nada de lo que ha comprado, por mucho que a la gente le pueda parecer excéntrico que quiera un cráneo real de dinosaurio en su salón: "Tienes buenas inversiones y malas inversiones. Las buenas inversiones surgieron del interés personal y de mi honesto disfrute de la historia".
