Mi cuenta
    Es un detalle tan obvio que nunca se ve a primera vista: el agujero de guion más tonto de 'Buscando a Nemo'
    Randy Meeks
    Randy Meeks
    -Redactor de cine y series
    Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

    Era fácil liberarse

    En 1997, Andrew Stanton, guionista habitual de Pixar que ya había hecho sus pinitos como co-director en Bichos, no paraba de darle vueltas a un pensamiento que tenía cuando era pequeño, estaba en el dentista y veía una pecera repleta de peces, pensando que los pobrecitos querrían marcharse a su casa de nuevo. Siendo su casa el océano, claro. Seis años después estrenaría Buscando a Nemo y cerraría un ciclo, aunque probablemente su dentista no se diera cuenta del homenaje.

    Buscando a Nemo
    Buscando a Nemo
    Fecha de estreno 28 de noviembre de 2003 | 1h 41min
    Dirigida por Andrew Stanton, Lee Unkrich
    Con Albert Brooks, Ellen DeGeneres, Alexander Gould
    Medios
    4,8
    Usuarios
    4,4
    Sensacine
    5,0
    Ver en Disney+

    ¿Dónde está Wal... Nemo?

    En su momento, Buscando a Nemo se convirtió en la película de Pixar más taquillera de la historia, y aún tardaría siete años en ser superada por Toy Story 3... y trece años después por su propia secuela, Buscando a Dory. La película fue un fenómeno mundial divertido, emocionante y único, con unos personajes cautivadores... y que no puede evitar tener un gazapo único que nos retrotrae a la época del dentista de Stanton.

    Cuando Nemo acaba encerrado en un acuario, los peces urden un plan para salir de allí en bolsitas de plástico, y Nigel, el pelícano, sabe perfectamente dónde están. Tiempo después, Nigel recoge a Nemo en su boca y se lo lleva para ayudarle a sobrevivir. He aquí el problema: la pecera no tiene tapa. Entonces... ¿Qué le impedía coger a Nemo y marcharse de allí sin tener que montar un plan? ¡Alguien en Pixar tuvo que darse cuenta del agujero de guion obvio!

    Pixar

    Con o sin fallitos, hubo algo en Buscando a Nemo que enamoró (¿e-Nemo-ró?) a todo el mundo: fue una de las pocas películas de animación modernas que empezó a plantearse desde los storyboards con un guion completo en lugar de ir adivinando a lo largo del proceso cómo iría fluctuando. Los animadores, para entender lo que estaban tratando, tomaron clases de buceo para ver corales y cómo se comportaban los animales. ¿Francamente? No me extraña que quisieran hacer Buscando a Dory un tiempo después. ¿Quién le dice que no a un día en el mar viendo bichillos?

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