Ahora tienen 37 años, pero Mary-Kate y Ahsley Olsen solo tenían 9 meses cuando se hicieron con el papel que les cambió la vida. Entonces no tenían ni idea de lo que eso significaba, pero la inolvidable 'sitcom' Padres forzosos se acabaría emitiendo durante ocho temporadas entre 1987 y 1995, sin contar las reposiciones, y se convertiría en una las series de televisión más famosas de los años 90. En la ficción, capitaneada por Bob Saget, John Stamos y Dave Coulier al frente de una poco convencional familia al cuidado de tres niñas, las gemelas Olsen interpretaban a la hija menor, Michelle Tanner, quien en la primera temporada era un bebé pero a la que vimos crecer en pantalla.
La madre de las niñas, Jarnette Olsen, envió una foto de las niñas a la agencia de un amigo cuando apenas tenían seis meses y, dado que legalmente los bebés solo pueden trabajar 20 minutos seguidos, poder contar con dos niñas exactamente iguales era la solución perfecta para las producciones que necesitaban rodar con niños tan pequeños. Y así es como el papel de Michelle Tanner llegó a manos de Mary-Kate y Ahsley, que acabaron creciendo en aquel plató, rodeadas de cámaras y, según parece, no siempre estuvieron contentas con ello.
Aunque hace mucho tiempo que no se dedican a la interpretación, las gemelas Olsen siguen siendo conocidas en el mundo entero, aunque no todo el mundo conoce su dura historia desde la perspectiva de ser dos niñas que crecieron bajo el constante escrutinio del ojo público y que se acabaron sintiendo como una fábrica de generar dinero con algo que no las hacía felices. Esta misma semana la historia de las gemelas Olsen era recordada por la 'tiktoker' DAN! (@lizziemcwhore), quien resumía en cuatro partes el ascenso y caída de las ex actrices, ahora reconvertidas en empresarias de la moda y mucho más libres de lo que fueron cuando estaban en edad escolar. Cuatro vídeos cortos que lo resumen a la perfección y que merecen mucho la pena para conocer la historia completa.
Volviendo a cuando eran unos bebés, tras pasar el casting de Padres Forzosos con solo seis meses de edad, las gemelas Olsen solo tenían 9 meses cuando empezaron a trabajar. Según parece, el hecho de que no hubieran llorado en el momento de conocerlas jugó a su favor en el proceso de selección, pero las pequeñas llorarían, y mucho, durante el rodaje de la serie. El propio John Stamos lo recordaba recientemente, de hecho, llegando incluso a reconocer que había pedido que las despidieran al poco tiempo de comenzar.
John Stamos: "Querían estar en cualquier otro lugar menos allí. Y yo también"
"Tenían 11 meses y Dios las bendiga", recordaba el actor para el podcast Good Guys. "Siguieron intercambiándolas para la escena: 'Esta no va a llorar'. No pude lidiar con ello y dije: 'Esto no va a funcionar' y lo grité 10 veces. Dije: 'Deshazte de ellas. No puedo trabajar así".
Mary Kate y Ashley Olsen eran muy pequeñas como para recordar aquello, pero su infancia está tan vinculada a Padres forzosos que cuentan con un sinfín de recuerdos más, como que tenían que llevar dentaduras falsas para que siempre tuvieran el mismo aspecto cuando se intercambiaban para las escenas o las constantes bromas y conversaciones no adecuadas para niños que tenía el elenco a su alrededor. El propio Bob Saget admitió en sus memorias que, al contrario que su personaje Danny Tanner, su humor era bastante particular. Asimismo, han salido a la luz algunas anécdotas sobre la costumbre de quitarse los pantalones cuando una escena se atascaba o el desagradable e inapropiado momento en que Saget hizo gestos inapropiados con la muñeca con la que a veces sustituían a las Olsen. Un entorno que, al fin y al cabo, eran casi como una familia y hasta figuras paternas, por la gran cantidad tiempo que pasaron allí y en un momento duro familiar por el divorcio de sus padres.
A pesar de haberse alejado por completo de la interpretación y se no haber regresado para la serie secuela Madres forzosas, las gemelas no quejaron nunca de sus compañeros. Lo que sí hicieron, sin embargo, fue asegurar que se habían sentido como "pequeños monos artistas": "No le desearía mi educación a nadie", admitió Mary Kate Olsen en una entrevista con Marie Claire. "Miro fotografías antiguas mías y no me siento conectada con ellas en absoluto".
El éxito de las Olsen en Padres Forzosos las llevó de ganar 4.000 dólares por episodio a ganar 80.000 y, una vez finalizada esa etapa, siguieron siendo una máquina de hacer dinero para la industria. Mary Kate y Ashley se convirtieron en dos de las productoras ejecutivas más jóvenes de Hollywood y amasaron una gran fortuna a base de hacer películas sin parar, la mayoría de ellas directas a vídeo. Todo esto cuando aún eran menores de edad. A sus 18 años, las gemelas estrenaron New York Minute, su primer estreno en cines desde su primera película Dos por el precio de una en 1995, pero fue un fracaso y el final de su carrera como dúo de interpretes.
Por esa fecha, además, Mary Kate tuvo que hacer frente a un trastorno de la alimentación que se había venido rumoreando públicamente y que le hubiera gustado vivir en la intimidad, pero que se hizo conocido al ser internada en un centro especializado para recuperarse. De igual modo, en aquel momento también experimentó problemas con la droga, pero se recuperó y quedó como una mala experiencia de su vida.
Actuar no era su pasión
La retirada de Ahsley Olsen se produjo en 2004, mientras que Mary Kate siguió llevando a cabo algunos trabajos hasta su retirada definitiva en 2012, aunque con una presencia mucho menor y papeles pequeños.
La razón por la que se retiraron es simple: actuar nunca fue su pasión. Llegaron de casualidad porque lo decidieron por ellas y se quedaron porque generaban una gran cantidad de dinero y se habían convertido en celebrities. Sin embargo, cuando se hicieron adultas, se dieron cuenta de que no era lo que querían: "Leía guiones y les decía a mis representantes: 'Necesito hacer las cosas al 100%. Pero no siento que pueda darte el 100% de mi tiempo", explicaba Ahsley Olsen en una entrevista con Allure en 2013. "Lo que sabíamos es que queríamos utilizar ese tiempo para darnos un descanso de lo que estábamos haciendo y explorar las cosas que nos interesaban y lo que la vida tenía que ofrecernos. Queríamos explorar hacer algo por nosotras mismas".
Ese algo sería la moda y, afortunadamente, habían amasado tal fortuna que pudieron invertir en sus negocios y convertirse en empresarias. En 2006 Mary-Kate y Ashley ya habían fundado su marca The Row y al año siguiente siguieron con Elizabeth and James.
Actualmente ninguna de ellas tiene redes sociales y viven sus vidas alejadas del mundo del famoseo. Con la mayor privacidad. Curiosamente, su hermana pequeña Elizabeth Olsen sí ha hecho de la interpretación su profesión.