Cuando El Señor de los Anillos: la Comunidad del anillo se estrenó en 2001, la expectación de los espectadores en general y de los fans de la más importante obra de J.R.R. Tolkien en especial era total y absoluta. Por primera vez en décadas y después de muchos intentos, un cineasta había completado la tarea de traducir la rica historia de fantasía del autor británico al lenguaje cinematográfico y todo parecía indicar que lo había hecho bien. La acogida fue espectacular: aclamación universal por parte de la crítica y una espectacular recaudación de 898 millones de dólares.
Sin embargo, mientras en 2001 esperábamos El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo con tanta emoción como curiosidad, el escenario del que partía la tercera película de la trilogía de Peter Jackson era muy diferente en 2003: la saga cinematográfica El Señor de los Anillos ya era un auténtico fenómeno en todo el mundo y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey tenía que ser perfecta.
Eso es lo que se esperaba, como mínimo, de la película destinada a poner el broche de oro a la trilogía. La guinda de un pastel en el que, hasta la fecha, no había fallado nada. Y así fue: la película no solo estuvo a la altura de las expectativas de la mejor saga de fantasía de todos los tiempos, sino que logró superarse, siendo considerada aún veinte años más tarde como una de las más grandes superproducciones de todos los tiempos.
El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey resultó ser, como no es de extrañar, la película más taquillera de las tres y la primera que superaba la barrera de los mil millones. Con una recaudación de 1.156 millones de dólares, la cinta de fantasía se consolidó como la película más taquillera de 2003 y también se colocó en segundo lugar del ranking de películas más taquilleras de la historia del cine, solo por detrás de Titanic. Con el paso de los años, la película ha ido siendo superada por otros éxitos de taquilla y actualmente ocupa el sorprendente vigésimo noveno lugar, algo en lo que también juega un papel fundamental la inflación.
Una traca final apoteósica
Lo que no le ha podido ser arrebatado a El Retorno de Rey, sin embargo, es su hito en la historia de los Premios Oscar. Al menos hasta la fecha. El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey tiene que compartir el récord de mayor número de Oscars ganados por una película con Titanic y Ben-Hur, que también ganaron 11 galardones, pero sí tiene el honor de ser la película más premiada que ha ganado absolutamente en todas las categorías en las que estaba nominada. Solo otras dos películas en la historia -Gigi y El último emperador- se habían llevado todos los premios a los que estaban nominadas, un total de 9 Oscars.
La tercera película de la trilogía de Peter Jackson fue nominada a 11 premios en la 76 edición de los galardones otorgados por la Academia de Hollywood y se los llevó todos: Mejor película, Mejor director, Mejor dirección de arte, Mejor guion adaptado, Mejor maquillaje, Mejor diseño de vestuario, Mejor banda sonora, Mejor canción original, Mejor sonido, Mejor efectos visuales y Mejor montaje.
"Una traca final apoteósica", reza la crítica de SensaCine, en la que "vuelven a convocarse la intensidad, el suspense, la tensión dramática precedente, con más sentido aún pues será aquí donde se recorran los tramos finales de unos cuantos caminos. [...] Así acaban las más de nueve horas que alcanza la megalómana adaptación del neozelandés".
Las tres películas están disponibles al completo en Prime Video.
