Estrenada en cines a finales de 2015, hace más de ocho años, Star Wars 7: El despertar de la fuerza llegó a las salas de cine como un huracán. Estaba dirigida por J.J. Abrams, un director que ya se había puesto tras las cámaras de Star Trek y que dio origen al fenómeno Perdidos, entre otros títulos populares como Misión: Imposible III o Super 8, y traía de vuelta una de las mayores y más queridas franquicias de ciencia ficción de la historia.
Aunque los fans de la saga Star Wars ya habían experimentado la emoción ante el regreso de la franquicia con la trilogía de precuelas -los Episodios I, II y III, que se estrenaron entre 1999 y 2005-, la nueva etapa de la saga catapultaba a los espectadores 30 años desde el final de Star Wars: Episodio VI: El retorno del Jedi, la tercera película de la trilogía original de George Lucas.
En Star Wars: El despertar de la fuerza han pasado más de tres décadas desde la caída del Imperio Galáctico ante la Alianza Rebelde. Luke Skywalker (Mark Hamill) ha desaparecido, pero varios de los héroes de entonces, Leia (Carrie Fisher), Han Solo (Harrison Ford), Chewbacca, R2-D2 y C-3PO, siguen activos y luchan en la Resistencia de la Nueva República. La estabilidad política es frágil y existe una nueva amenaza: la Primera Orden, una fuerza leal a la memoria del Imperio, Lord Vader y Palpatine que lidera el guerrero Kylo Ren (Adam Driver), obsesionado con acabar para siempre la Resistencia y la Nueva República.
Localizar a Luke Skywalker se convertirá en el objetivo de un nuevo grupo de personajes: un soldado imperial renegado llamado Finn (John Boyega), el piloto de la Resistencia Poe Dameron (Oscar Isaac), una joven de Jakku llamada Rey (Daisy Ridley) y un nuevo androide, BB-8, emprenden una aventura galáctica que no se resuelve en una sola película, sino que solo es el origen de una nueva trilogía que entrelaza la novedad y la nostalgia. A El despertar de la fuerza le siguieron Star Wars: Episodio VIII: Los últimos Jedi y Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker en 2017 y 2019 respectivamente.
"Queríamos contar una historia completa, con un principio, un desarrollo y un final pero, al igual que en Una nueva esperanza, que debe sugerir acontecimientos anteriores y sentar las bases para el futuro", explicó el director J. J. Abrams en declaraciones para Wired. "Pudimos integrar historias pasadas de una manera muy orgánica, porque no tuvimos que escribir un reinicio. No tuvimos que inventar una historia pasada que tuviera sentido, todo ya está ahí".
"Pero estos nuevos personajes, y El despertar de la fuerza es sobre ellos, se encuentran en situaciones nuevas, por lo que incluso si no conoces Star Wars en absoluto, estás involucrado", continuaba el cineasta. "Si sois fans de la franquicia, lo que están pasando tendrá un significado más profundo".
4.500 millones de dólares recaudados
Mayoritariamente con críticas positivas, el resurgir de la saga galáctica con una nueva aventura fue recibida con los brazos abiertos y, aunque posteriormente su conjunto sería objeto de algunas decepciones, Star Wars 7: El despertar de la fuerza fue un auténtico éxito de taquilla y comercialmente muy lucrativa.
Entre las tres películas se recaudaron más de 4.500 millones de dólares, sin contar los 'spin-off' que se estrenaron entre medias, aunque la más exitosa, con diferencia, fue El despertar de la fuerza, cuya recaudación -2.068 millones- duplica la de El ascenso de Skywalker -1.077 millones-.
Star Wars 7: El despertar de la fuerza es, además, la quinta película más taquillera de la historia del cine, inmediatamente después de Titanic. No obstante, la primera entrega de la saga es el mayor éxito de la taquilla estadounidense, a nivel puramente local.
El despertar de la fuerza recaudó más de 936 millones de dólares en cines, una cifra que supera los 858 millones de Vengadores: Endgame, y los 785 y 684 millones de Avatar y Avatar: El sentido del agua, aún siendo estas tres películas el Top 3 de películas más taquilleras de la historia gracias a la suma de su recaudación a nivel mundial.