Una de las peores noticias que le pueden dar a una persona es que tiene cáncer. Por mucho que la medicina haya avanzado una barbaridad, una frase como muy de madre, el cáncer pesa como una losa, como una nube negra que se asume como una sentencia de muerte. Es complicado afrontar el tema con optimismo y esperanza, pero no imposible.
De esto se ocupa, precisamente, la nueva película del realizador vasco Ibon Cormezana, El bus de la vida, protagonizada por Dani Rovira, Susana Abaitua, Elena Irureta y Pablo Scapigliati. Rovira da vida a Andrés, cuyo sueño, en palabras del propio actor, "siempre ha sido ser músico, lo que pasa que por ciertos miedos no se atreve a dar el paso, y se tiene que conformar con ser profesor de música. La vida le ha dado tantas hostias que le cuesta tener ilusión por las cosas".
Una red de cuidados para personas con enormes ganas de vivir
Precisamente, uno de esos reveses le viene en forma de enfermedad: a Rubén le diagnostican un cáncer, con 40 años recién cumplidos. Para recibir el tratamiento adecuado, coge todos los días 'El bus de la vida', un viejo autocar que traslada gratis a los pacientes de la zona, conducido por Mai (Susana Abaitua), una joven "muy empática y cuidadora, pero que se deja de lado siempre y que pronto se dará cuenta de que tiene que mirar más por ella". Gracias a las risas, confesiones y experiencias compartidas con sus compañeros de autocar, Andrés, poco a poco, irá recuperando las fuerzas y podrá enfrentarse a sus miedos. Incluso puede que llegue a lograr cumplir sus sueños.
Entre esos compañeros de viaje nos encontramos con Manuela, una mujer con cáncer de hígado, "una persona muy cañera y que tiene una relación muy de madre con el personaje de Mai”", según la actriz Elena Irureta. El círculo de personajes se completa con el joven Unai, interpretado por Pablo Scapigliati, enfermo también de cáncer y todo "un fiera, un máquina. Unai se come el mundo. Si lo piensas bien, desde que nacemos, nos dicen que somos terminales. ¿A qué esperas para comerte el mundo? Yo conecto con Unai desde ahí, desde las ganas de vivir".
Bonitas y esperanzadoras palabras para que, todos los que estamos bien de salud —al menos física— valoremos lo que tenemos y no prestemos atención a cosas nimias que no tienen importancia. El bus de la vida es una película optimista que busca eso en el espectador, que mire hacia dentro y busque la fuerza para poder afrontar los malos momentos de la vida, y sea también consciente de que, entre personas que se quieren y se ayudan, se vive mejor.
El bus de la vida se estrena, exclusivamente en cines, el próximo 5 de julio. Si te gustan las historias humanas y emotivas, no te la pierdas.