En enero de 2010, dentro de las páginas del número 7 de Deadpool: Merc with a mouth, escrito por Victor Gischier, hizo su primera aparición Wanda Wilson, venida de la Tierra 3010. Allí, y con la ayuda del Deadpool de la Tierra 616, acaba venciendo a su contrapartida del Capitán América, el General América, y ambos acaban montando los Deadpool Corps. Poco imaginaban que solo 14 años después esta locura acabaría convertida en película gracias a Deadpool y Lobezno.
¿Quién es esa chica?
Poco importa que Wanda muriera salvajemente en 2013: es impactante, nadie se puede resistir a ella y en Marvel querían, sí o sí, que alguien inesperado la doblara durante su corta aparición en la película. Y, por supuesto, los rumores empezaron a moverse en Hollywood, con un nombre en el centro: Taylor Swift. Pero, ¿habría aceptado la multimillonaria cantante aparecer por las buenas en una película del Mercenario Bocazas en lugar de aceptar la oferta que, según se rumorea, le han hecho como Dazzler?
Al final, si has visto ya la película, sabrás que no hay ni rastro de Taylor Swift: es Blake Lively, la esposa de Ryan Reynolds desde 2012, al que conoció rodando otra de superhéroes, Linterna Verde (claramente con peor taquilla que Deadpool y Lobezno, vaya). Pero ojo, porque habría tenido sentido que su lugar lo hubiera ocupado Swift: no solo los tres son muy amigos, sino que la cantante hizo un homenaje a sus hijas dentro de la canción Betty.
La actriz de Gossip Girl, que llevaba cuatro años retirada del cine, ha vuelto por todo lo alto este año, poniendo voz tanto en esta película como en Amigos imaginarios, dos de los grandes bombazos en taquilla. Durante este hiato le ha dado tiempo a debutar como directora... en el videoclip de I bet you think about me, de.., Taylor Swift. Si es que todo está unido. ¿Quizá en la siguiente?