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    El western bélico que estuvo a punto de llevar a John Wayne a la ruina financiera
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Ahora ha caído en el olvido, pero la leyenda del Oeste hipotecó su vida para poder hacerlo

    United Artists

    Una de las grandes leyendas del cine western e icono absoluto del género, John Wayne se convirtió en una auténtica estrella de Hollywood gracias a películas como La diligencia, La legion invencible, Centauros del desierto, El hombre que mató a Liberty Valance o Valor de Ley entre los años 40 y 70 principalmente. Su prolífica carrera se desarrolló durante medio siglo hasta pocos años antes de morir, ganó un Oscar en 1970 y ostenta el récord de mayor cantidad de papeles protagonistas en la historia del cine con 142.

    Sin embargo, un western particularmente ambicioso casi lo lleva a la quiebra en los años 60.

    En la recta final de su carrera, Wayne quiso demostrar su talento como director con su ópera prima El Álamo, una epopeya western basada en hechos reales que él mismo se encargó de protagonizar y que, al contrario de lo que hubiese esperado, sufrió un revés financiero.

    El Álamo
    El Álamo
    Fecha de estreno 8 de febrero de 1961 | 2h 47min
    Dirigida por John Wayne
    Con John Wayne, Richard Widmark, Laurence Harvey
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    3,4

    1836: Durante 13 días, una amarga batalla en el marco de la Revolución de Texas enfrenta a 187 texanos que luchan por independizarse de Mexico contra un enorme ejército de 7.000 hombres del general Santa Anna en la ciudad de San Antonio de Béjar. Entre los valientes, el legendario David Crockett (John Wayne), uno de los dos hombres que consiguieron sobrevivir a la batalla de El Álamo y que posteriormente inspirarían a miles de hombres para luchar contra los mexicanos por la independencia de Texas, lideran a los rebeldes en una lucha a la desesperada.

    Con El Álamo, Wayne cumplía un deseo que había anhelado anhelado durante mucho tiempo. Quince años antes, en 1945 decidió llevar a la pantalla grande la histórica batalla y el proyecto despegó cuando contrató a James Edward Grant para escribir el guión y a Patrick Ford (hijo de la leyenda del director John Ford) como asistente de investigación. Pero la visión de Wayne se vio rápidamente en un callejón sin salida.

    Herbert Yates, entonces presidente del estudio de producción Republic Pictures, se quedó estupefacto cuando su antiguo garante del éxito le informó de los costes de producción previstos. Wayne planteaba un presupuesto de tres millones de dólares, que era una suma considerable en aquella época y Yates se opuso hasta el punto en que el proyecto tuvo que empezar de cero. Finalmente, Wayne fundó su propia productora en 1952 y decidió ser también responsable de El Álamo como productor y director para proteger su visión artística.

    Sin embargo, si el primer cálculo de costes ya era elevado, el presupuesto se acabó disparando hasta los 12 millones de dólares, de los cuales 1,5 millones de dólares correspondían a los bienes personales de Wayne. Para obtener esta suma, el actor contrató varias hipotecas y préstamos, pero el dinero permitió llevar a cabo el enorme despliegue que necesitaba para el rodaje: se construyeron 23 kilómetros de caminos, 2.000 hectáreas de establos para caballos y una réplica de la misión original que era apenas un 25 por ciento más pequeña.

    Afortunadamente, el rodaje se desarrolló sin demasiados sobresaltos y, en su estreno, El Álamo tuvo un desempeño bastante impresionante en taquilla, recaudando 20 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá. Sólo el excesivo presupuesto impidió a Wayne recuperar sus gastos, pero se las apañó vendiendo todos los derechos de la película a distribuidora United Artists,

    El Álamo recibió, además, siete nominaciones al Oscar, incluyendo la categoría de Mejor película, y ganó una de ellas: Mejor sonido.

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