Hay un silencio en el documental Becoming Led Zeppelin que solo dura unos segundos, pero pesa una tonelada. Es 1968 y la banda inglesa acaba de formarse. Se han metido en el estudio para empezar a construir un sonido que pasará a la historia como uno de los más innovadores y creativos. Alguien tuvo la gran idea de grabar eso en vídeo. La cámara apunta al pedal de la batería de John Bonham. Todo está en calma, pero esa no es la sensación que provoca la imagen. Hay excitación, emoción y anticipación. Va a pasar algo, algo importante. Es como cuando una bomba está a punto de explotar. Es como cuando la montaña rusa se queda colgando en lo más alto antes de caer. Bonham golpea el pedal. El silencio se rompe. El mundo estalla en forma de canción.
Becoming Led Zeppelin, el documental dirigido por Bernard MacMahon sobre la famosa banda de rock, es un testimonio de la formación del grupo, de los orígenes de sus miembros y un espectáculo musical cuando se transporta a las actuaciones en directo del conjunto formado por el cantante Robert Plant, el guitarrista Jimmy Page, el teclista y bajista John Paul Johns y el batería John Bonham.
La película, el primer documental autorizado por la banda, llega a los cines españoles el 7 de febrero y sienta a los supervivientes de la banda -Page, Plant y Johns- para que relaten sus vidas desde niños hasta el concierto que dieron en enero de 1970 en el Royal Albert Hall de Londres. Fue un acontecimiento para Led Zeppelin, que en 1969 había conseguido cosechar su éxito fuera de casa, en Estados Unidos. Para acompañar a los relatos, el documental incluye una entrevista inédita con Bonham, que falleció en 1980.
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Becoming Led Zeppelin solo abarca los dos primeros álbumes de la banda -olvídate, por ejemplo, de referencias a temas tan icónicos como 'Stairway to Heaven'- y es un proyecto profunda y únicamente musical en el que lo más valioso es poder ver, en pantalla grande, al grupo tocando canciones en directo. Ahí, el documental permite, sin prisas, disfrutar de algo que a muchos, por tiempo y espacio, se les hizo y hará imposible experimentar.
Sin embargo, Becoming Led Zeppelin no deja de ser un largometraje en el que los únicos testimonios son los de los miembros de la banda y se echa en falta algún experto que explique el contexto histórico y la importancia del grupo cuando irrumpió en el panorama musical. Tampoco hay ninguna alusión a las historias más polémicas y los escándalos que rodean a los miembros del grupo fuera de los escenarios. La más extravagante, sin duda, es la que cuenta que masturbaron a una fan con una cría de tiburón.
"Había muchas drogas y muchas chicas", dice Plant en un momento del documental. Y no vuelve a abordarse el tema. Otro ejemplo de lo poco que profundiza el proyecto es Bonham: nunca se explica cómo murió. El batería falleció ahogado en su propio vómito tras haber ingerido altas cantidades de alcohol. Era 1980 y el suceso condujo a la separación de Led Zeppelin. Con todo esto, el documental se vuelve cojo y algo decepcionante.
Led Zeppelin: Igual de influyentes que los Beatles
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Dice Johns en la película que Led Zeppelin es como un diagrama de Venn. En este esquema utilizado en la teoría de conjuntos, diferentes globos individuales se cruzan dando lugar a un área compartida. Cada uno de los miembros de de la banda era, a ojos de Johns, una de esas esferas: provenían de lugares muy diferentes, tanto a nivel personal como a nivel musical, y había cabida para todo. Eso les ayudó a convertirse en lo que fueron. Por eso, la zona en común del diagrama daba como resultado a Led Zeppelin, una banda que ha pasado a la historia como la más influyente de la historia junto a los Beatles.
El grupo llegó Incluso a arrebatarle a los de Liverpool un par de récords en 1973: les superaron en número de asistentes en su concierto en Atlanta -49.000 personas sobre las 33.000 de los Beatles-. Después se trasladaron a Florida y tocaron ante la multitud más grande que jamás se había reunido en un solo concierto -57.000 personas sobre las 55.000 de los Beatles en el estadio Shea de Nueva York-.
Por todo esto, tiene gracia y una gran carga metafórica que en verano de 1969, cuando el grupo estaba encima del escenario en un festival de música en Estados Unidos, si mirabas hacia el cielo, había un hombre poniendo los pies en la Luna por primera vez. Un gran salto para la humanidad, sí, pero en más de un sentido: en el espacio y en la música.