Nueve años ha estado Mel Gibson sin conseguir financiación para su nueva película después del éxito de Hasta el último hombre, pero con Amenaza en el aire ha vuelto a demostrar que puede dar beneficios, incluso sin el apoyo de una franquicia por detrás. Y todos los implicados estuvieron tan a bordo que incluso Mark Wahlberg decidió que en vez de utilizar una calva postiza, prefería raparse el pelo todos los días. A eso se le llama dedicación.
Un avión muy molón
Curiosamente, el guion de Amenaza en el aire, allá por 2020 (sí, ese año) apareció en la lista de mejores proyectos que no habían sido producidos, y Gibson, que estaba preparando su regreso por todo lo alto vio una oportunidad de oro. En el futuro quedan películas como Arma Letal 5, La pasión de Cristo: Resurrección o el remake de Grupo salvaje. Porque, sobre todo con el momento político actual, podemos afirmar sin temor a dudas que Mel Gibson ha vuelto.
Eso no significa que no esté un poquito oxidado. Por ejemplo, tenemos esta escena de Amenaza en el aire en la que Mark Wahlberg, totalmente inconsciente, de repente... ¡Abre los ojos! Es un momento muy sutil, pero alguien en el equipo de post-producción debería haber estado atento para coger otra toma... ¡O cambiarlo digitalmente!
No es como si la película tuviera miedo de lo digital. De hecho, una de las cosas de las que más se ha hablado es de su problema con la IA: varias secuencias están creadas con este sistema, lo que ha causado risas y memes... pero no parece haberle afectado en taquilla. Si este es el futuro del cine, al menos que prueben a arreglar también los ojos de Wahlberg cuando hacen una aparición sorpresa mientras está inconsciente. Hagamos las cosas bien.