Echando un vistazo rápido a la carrera de Denzel Washington es fácil vincularle con un héroe de acción. Con más de 60 películas en su haber, ha trabajado junto a algunos de los mejores directores, destacándose tanto en películas de acción como en dramas más íntimos, pero en los últimos años se ha mantenido en el foco de la atención gracias a franquicias como The Equalizer, que cuenta con tres partes y donde Washington reparte estopa de lo lindo.
Además de esto, entre sus papeles más emblemáticos están Malcolm X en la película biográfica de Spike Lee, su personaje en Man on Fire de Tony Scott, o las dos películas por las que ganó el Oscar: el primero en 1990 por un papel secundario en Tiempos de gloria, de Edward Zwick, y el segundo en 2002 por Training Day, de Antoine Fuqua.
Pero hubo un papel que lo cambió todo. No solo su carrera -aunque ya estaba bien enderezada- sino todo Hollywood. Hablamos de Philadelphia, un drama dirigido por Jonathan Demme que sigue siendo un hito incluso más de 30 años después de haber sido estrenada. Fue, de hecho, la primera película de Hollywood financiada por un estudio que abordó el tema del SIDA.
Philadelphia sigue la historia de Andrew Becket, un abogado de gran reputación y socio de su bufete, que es despedido después de que sus superiores descubran que tiene SIDA. Por supuesto, Becket planea una demanda, pero no encuentra quien le represente. Cuando está a punto de representarse a sí mismo llega Joe Miller (Washington), que lo acepta como cliente.
Estrenada a comienzos de la década de los 90, la cinta supuso una auténtica revolución y estuvo en boca de todos. Gracias a su popularidad, impulsó a la sociedad a hablar sobre el tema, que era considerado tabú, y derribó varios estereotipos peligrosos que la gente había marcado en piedra. De hecho, el personaje de Washington no quiere defender a Andrew en un primer momento y, tras su encuentro, acude a un médico para preguntarle si pudo haber contraído la enfermedad. El doctor le explica que las vías de contagio del VIH no incluyen el contacto casual y, tras ser testigo más tarde de cómo le discriminan en una biblioteca, decide apoyarlo.
Entre los actores de la cinta se encontraba Ron Vawter, abiertamente VIH positivo. Él mismo sufrió varios problemas en la producción. Para empezar, la productora no quería asegurarle debido a sus problemas de salud y pidieron al director que contratara a otro actor. Sin embargo, Demme se negó y modificó el calendario para que pudiera trabajar cómodamente. Lamentablemente, falleció por complicaciones del SIDA menos de cinco meses después del estreno de la película.
Cuenta con un 66 en Metacritic por parte de la prensa, mientras que los usuarios le dan un 7,7. "Escena por escena, en términos de interpretación y de los graves temas que se tratan, la película es bastante absorbente", escribió Variety. "Con sus texturas y ritmos aterciopelados y su banda sonora que te avisa, logra, al menos, poner el tema sobre la mesa. Además de ser dramáticamente potente, también es históricamente importante", dijeron en Boston Globe.
Philadelphia está disponible para ver en Movistar Plus+.