Leonardo DiCaprio solo ha trabajado una vez con este director, pero le recordó a James Cameron: "Trabajan 24 horas para darle lo que quiere"
Alicia P. Ferreirós
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

El actor ha trabajado con algunos de los más reputados cineastas de Hollywood, pero en 2008 quedó sorprendido

Con más de 30 años dedicados a la industria cinematográfica, Leonardo DiCaprio es uno de los pocos actores que puede presumir de una trayectoria de éxito casi desde sus primeros papeles. En 1991 debutó en la gran pantalla con Critters 3, aunque ya había aparecido en algunas series de televisión entre las que se incluía un papel fijo en la exitosa Los problemas crecen, y en 1993 rodó la película por la que sería nominado a su primer Oscar: ¿A quién ama Gilbert Grape?, que coprotagonizó junto a Johnny Depp. Por aquel entonces, además, ya había compartido escenas junto a una gran Hollywood como Robert De Niro, que había quedado tan impresionado con su trabajo que incluso le habló de él a su amigo Martin Scorsese.

Seis veces nominado al Oscar y ganador en una ocasión por El Renacido, Leonardo DiCaprio ha tenido la oportunidad de trabajar con una gran cantidad de grandes directores: es uno de los principales colaboradores de Scorsese, pero pero en la lista también figuran Quentin Tarantino, James Cameron, Steve Spielberg, Clint Eastwood, Danny Boyle, Sam Raimi, Alejandro González-Iñárritu y un largo etcétera.

Sin embargo, hasta 2008 no había tenido la oportunidad de trabajar con Ridley Scott, el veterano director de cine británico responsable de películas tan icónicas como Alien, Blade Runner o Gladiator.

A menudo no es uno de sus trabajos más recordados, pero Leonardo DiCaprio fue uno de los protagonistas del thriller de acción Red de mentiras junto a Russell Crowe. Una película adaptación de la novela de David Ignatius en la que interpretaba a un oficial de la CIA destinado en Oriente Medio para dar caza a un peligroso terrorista.

Aquella fue la primera y la única vez que trabajó junto a Scott, pero el cineasta logró sorprenderle, tal y como contó en una entrevista con GQ durante la promoción: "El estilo de Ridley es completamente diferente a todo lo que he hecho antes. Es capaz de ver la película con sus ojos; puede editar mentalmente mientras observa siete monitores. Y le gusta simplemente dejarte expuesto a los elementos y ver qué haces. Luego entra y dice: 'Esto es lo que hay que cambiar".

El actor profundizó comentando una anécdota que le sorprendió mucho durante el rodaje: "Estoy en medio del desierto, apuntando con un arma a alguien en una cueva, y oigo a un ayudante de dirección decir: 'Nos acaban de decir que Ridley quiere un 747 sobrevolando ahora mismo. Solo van a ser un par de segundos. Está en espera; está dando vueltas, esperando ahora mismo'", recordaba DiCaprio. "Hay un grupo de personas trabajando veinticuatro horas al día, dándole a Ridley lo que quiere, y Ridley quiere ciertas cosas en ciertos momentos. Fue una película increíble en la que participar".

"Me recordó a una experiencia en el Titanic", llegó a confesar DiCaprio en referencia a las impresionantes exigencias de los directores siendo hechas realidad por un inmenso equipo contratado para que puedan hacer todas sus ideas realidad. "James Cameron decía: 'Bueno, tenemos que inundar los dos pisos superiores, y quiero una ola gigante, y quiero que 400 extras salten por la ventana mientras eso sucede'. Y yo pensaba: 'Genial'. Y alguien decía: 'Lo tendremos listo en veinte minutos'. Y yo pensaba: '¿Qué?', Simplemente no tengo esa clase de cerebro".

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