Decía Úrsula Corberó en una entrevista con La pija y la quinqui que El jockey es "rara", que tienes que dejarte fluir para poder entrar en ella. A nosotros no nos lo ha dicho, pero lo sabemos. Su último trabajo rompe con los proyectos más comerciales que han dominado su carrera hasta el momento y le acerca a un tipo de interpretación que no había tocado hasta el momento.
El director de El jockey es Luis Ortega, argentino que venía de arrasar con El ángel -inspirada en la vida de Carlos Robledo Puch, asesino que fue condenado a cadena perpetua con solo 20 años- y que con ésta cinta se ha paseado por festivales de cine como el de San Sebastián o Venecia, donde recibieron varios minutos de ovación. Aquí se centra en Remo Manfredini (Nahuel Perez Biscayart), un reputado jockey que está al borde del abismo por su adicción a diferentes sustancias. Un día sufre un grave accidente y, al despertarse en el hospital, se da cuenta de que es alguien diferente.
Corberó interpreta a Abril, novia de Remo y una de sus debilidades, pero también un gran apoyo. "Hay algo muy misterioso en todos los personajes de las películas de Luis donde no terminan nunca de decir lo que piensan. Y una vez yo entendí eso, me resultó mucho más fácil conectar con el estilo que se estaba buscando", explica la actriz en una entrevista con SensaCine.
Un reto especialmente si tenemos en cuenta que Ortega es parco en palabras: "Él no explica pero sí emana. Su personalidad, su forma de trabajar, su inteligencia emocional, su talento. Es más fácil entenderle a través del silencio que con palabras. Porque a veces te interpreta alguna frase, te viene, te dice tipo... [hace un gesto con la cara]. Y al principio dices... No me estoy enterando. Pero después es un proceso creativo también de entender al director".
Ya se estrenó en Argentina, se presentó en festivales. ¿La sientes lejana o la has vuelto a revivir ahora?
No, no la siento muy lejana. O sea, si me pongo a pensar, hace mucho que la rodamos, hace todavía más tiempo que me leí el guión, porque pasó mucho tiempo desde que me leí el guión hasta que rodamos la peli, pero es una película que se queda bastante ahí, ¿no? Que cala.
En Venecia, tuvisteis varios minutos de ovación. Ahora acaba de celebrare Cannes y leíamos 'Alpha, 12 minutos de ovación', 'Die, my love, 9 minutos'...
Me parece horroroso eso. ¿Pero por qué hacen eso?
Tú lo viviste un poco, ¿no? Recibisteis varios minutos de ovación.
Pero yo no estaba contando los minutos de ovación, la verdad. No, es que no sé por qué... No, no me gusta eso. Es como medir el talento con los followers.
Pero tú bien con la experiencia de esos minutos de ovación.
Bueno, o sea, fue increíble. En lo que menos me fijé fue en los minutos de ovación. Pasé dos días en Venecia y de tanto decirme, quiero disfrutar, vivir el momento... Se me pasó volando y no pude hacer nada. Siento que estuve en Venecia cinco minutos. No podía ni comer. No me entraba ni el desayuno de los nervios que tenía. Uy, uy, uy, estaba fatal. Mi equipo estaba muy preocupado porque que yo no coma es símbolo de que algo malo está pasando.
Caramel Films
He leído que tenías ganas de trabajar con Luis Ortega
Sí
¿Cómo fue el momento en el que él te habló de esta película? ¿En qué momento fue y cómo surgió?
Pues surgió a través de una amiga que teníamos en común. Me pasaron el guión y me lo leí. Al principio quería que hiciera de argentina, Luis. Pero como también da mucho espacio a la improvisación, al final decidió que era más importante no hacer acento argentino y que me hiciera mi propio acento. Porque además también hay algo en la película, como hay muchos acentos distintos, que creo que le añade un toque especial.
Me llama la atención que hables de la improvisación, porque como espectadora yo me imaginaba que no habría espacio para ello, por que tiene una puesta en la escena muy estudiada, muy milimétrica...
Se ve así, pero porque yo creo que... Él tenía muy claro el estilo interpretativo que quería, que era algo difícil eso, me acuerdo. Era como decir las cosas y sentirlas, pero sin exagerar mucho nada. Yo creo que él quería que el espectador siempre se quedara con la duda de lo que estaba pensando el personaje, ¿sabes? Por más que dijera algo, como que podía ser todo lo contrario de lo que estaba pensando. Y en ese sentido, pues fue, te diría, uno de los mayores retos de la película. Pillar el rollo de lo que quería al principio Luis. No había nada pactado, ni ensayos casi, te diría.
Él quería que el espectador siempre se quedara con la duda de lo que estaba pensando el personaje, ¿sabes? Por más que dijera algo, como que podía ser todo lo contrario de lo que estaba pensando. Y en ese sentido, pues fue, te diría, uno de los mayores retos de la película
¿La escena del baile fue improvisada?
Improvisada.
¿Salió en el momento?
Hacíamos tomas enteras de toda la canción y salía lo que salía. O sea, en la escena final después han cogido de diferentes tomas, ¿eh? Pero era muy gracioso. En una yo era un chimpancé y me quedaba con el chimpancé durante todo el baile y después me salía una cosa mucho más etérea y mucho más femenina. Lo bonito de esa escena, que fue de las primeras escenas que yo rodé en la película, era esa conexión entre estos dos personajes. Más allá de si era un baile espectacular o no . Lo que buscaba Luis era que hubiera un diálogo corporal entre los dos personajes.
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Y cómo preparas un personaje así, que no es nada hacia afuera. Son más hacia adentro. Es un tipo de interpretación muy particular.
Es difícil, sí. Porque son misteriosos los personajes de Luis, yo creo. Hay algo muy misterioso en todos los personajes de las películas de Luis donde no terminan nunca de decir lo que piensan. Y una vez yo entendí eso, me resultó mucho más fácil conectar con el estilo que se estaba buscando. Es bonito. Es sexy. A mí me gusta. Yo es que hablo mucho y eso no me parece nada sexy. Me parece mucho más sexy la gente que no dice nada, ¿sabes? Te preguntas qué piensan.
Una vez yo entendí eso, me resultó mucho más fácil conectar con el estilo que se estaba buscando. Es bonito. Es sexy. A mí me gusta. Yo es que hablo mucho y eso no me parece nada sexy. Me parece mucho más sexy la gente que no dice nada
¿Como actor es un reto? ¿O es más reto eso de la explosividad?
Sí, yo creo que es un reto. Incluso cuando tenía que emocionarme en algunas escenas. Era como si fuera una muñeca de porcelana y me caían las lágrimas. Como ir en contra de la emoción.
El director tiene un mensaje claro en la cabeza, pero también la película se puede interpretar, ¿qué directriz te ha dado el director para que entendieses la película?
Él no explica pero sí emana. Su personalidad, su forma de trabajar, su inteligencia emocional, su talento. Es más fácil entenderle a través del silencio que con palabras. Porque a veces te interpreta alguna frase, te viene, te dice tipo... [hace un gesto con la cara]. Y al principio dices... No me estoy enterando. Pero después es un proceso creativo también de entender al director. Que no es fácil a veces.
Supongo que tienes que tener una relación bastante estrecha para llegar a entenderle, ¿no?
Yo creo que más que una relación estrecha lo que tienes que aprender es observar. Creo que es algo muy importante en nuestra profesión: observar y entender. Porque hay cosas que tienen que ver con lo artístico y con la magia del momento que son muy difíciles de explicar. O sea, no se puede explicar todo en un rodaje. Las cosas suceden. Cuando estás conectando con tus emociones es muy difícil decir 'Yo ahora voy a hacer esto' y hacerlo. A veces las cosas suceden en el momento.
Una última pregunta. Habla mucho de identidad la película, ¿cómo has preparado tu personaje dentro de esa identidad?
Tuve que hacer el ejercicio inverso, que fue no ir en busca de una identidad para este personaje. Y eso sí que fue algo que me dijo explícitamente con palabras Luis. Y me dijo, yo no quiero que tú pienses cómo es Abril. Porque Abril en una escena será sí y en otra escena será asá. Yo no quiero que Abril esté limitada por una serie de características que nosotros encontremos en los ensayos. Yo quiero que Abril sea todo. Yo quiero que estés abierta a poder reaccionar de cualquier forma ante cualquier eventualidad. Y eso fue muy liberador para mí. El hecho como de no tener que preparar un personaje. Tú eres Abril porque te has cogido a ti y Abril habita en ti. No tienes que hacer ningún personaje. Simplemente te quiero a ti sintiendo. Fácil, ¿no? No lo es.