Pongamos que te gusta el aguacate. Entonces también el guacamole. Misma fruta, diferente consistencia. Lo mismo con la versión de acción real de Cómo entrenar a tu dragón. La historia de Hipo y Desdentado ha cambiado su proceso de creación, pero sigue siendo lo mismo con otro aspecto. El ‘remake’ es un disfrute absoluto, sí, pero porque su original ya lo era y esta nueva versión mantiene su esencia y corazón.

Para los no iniciados: Hipo es un joven vikingo que vive en la isla de Berker. Su padre es el líder Estoico el Inmenso. Como hijo del jefe, se esperan muchas cosas de él, pero una la que más: que sea el más grande asesino de dragones. Estos seres son el enemigo número uno de los vikingos y todo adolescente es entrenado para enfrentarse a ellos y derrotarlos. El problema es que Hipo no es como los demás. No es fuerte como su padre y todos menosprecian alguna parte de él. Lo que sí es el protagonista es inteligente, empático y tiene la habilidad de ver las cosas de forma diferente. Por eso, cuando atrapa a un Furia Nocturna, uno de los dragones más misteriosos y peligrosos, ocurre lo inesperado.
Día tras día, Hipo y Desdentado -así bautiza el protagonista al dragón, que no tiene dientes- construyen una relación anclada en la confianza y que conduce a que ambos aprendan a volar juntos. Su amistad tienen el poder de cambiar estructuras, derribar tradiciones y demostrar a los vikingos que estaban equivocados.
"Haríamos a nuestros dragones tan convincentes como cualquier dinosaurio en 'Jurassic Park": 'Cómo entrenar a tu dragón', el paso de la animación a la acción real sin defraudarHacer justicia a una joya de la animación

Cómo entrenar a tu dragón fue y es una joya de la animación. Por suerte para los fans, su versión de acción real le hace justicia. Sin embargo, hay momentos en los que se hace evidente que la caricatura y la exageración del formato original no es posible en su 'remake'. Digamos que el calco es demasiado calco y eso chirría al cambiar su forma. También se pierde un poco la magia. Hay detalles que tienen sentido en la animación, sí, pero que pierden todo realismo cuando se transforman en acción real.
Dirige Dean DeBlois, que lleva formando parte de la saga desde sus inicios. Se colocó detrás de las cámaras de la primera película de animación junto a Chris Sanders -director de Robot salvaje (2024)- en 2010 y con sus secuelas Cómo entrenar a tu dragón 2 (2014) y Cómo entrenar a tu dragón 3 (2019) siguió el camino en solitario. Aunque parezca muy loco visto por escrito, lo de DeBlois es un poco lo que hizo Michael Haneke con Funny Games (1997): el cineasta hizo, diez años después, el 'remake' de su propia película. Autor rehaciéndose a sí mismo. Claro que con Haneke no había más cambio que el de los actores.
Hay algo de caricatura en las interpretaciones de Cómo entrenar a tu dragón. Mason Thames captura a la perfección al Hipo de la versión animada y hace suyo al de carne y hueso. También Nico Parker como Astrid y el resto de jóvenes dan vida de forma maravillosa a los carismáticos personajes creados hace 15 años. Nick Frost está muy divertido como el entrañable Gobber y también cumple Gerard Butler, que, en un fichaje perfecto, prestó su voz a Estoico y aquí vuelve para darle personificarlo.
Cómo entrenar a tu dragón sigue siendo lo que ya era hace más de una década: una historia preciosa, emotiva y que guarda un gran e importante mensaje. El aguacate está perfecto para su consumo. Sea en la forma que sea.