Son muchas las películas que nos vienen a la mente cuando pensamos en Steven Spielberg, pero sin duda una de ellas es Jurassic Park (Parque Jurásico), la inolvidable producción de ciencia ficción que en 1993 se convirtió en la primera que superó la barrera de los mil millones de dólares de recaudación. Basada en la novela homónima de Michael Crichton con guion de David Koepp, la película giraba en torno a la creación de un parque temático de dinosaurios que había logrado traerlos de nuevo a la vida tras millones de años extintos y el resultado fue espectacular. Un fenómeno cinematográfico que marcó la década de los 90 y que dio origen a una franquicia que ahora acaba de estrenar su séptima película.
Steven Spielberg estuvo a los mandos de la primera Jurassic Park y también de su secuela, El mundo perdido: Jurassic Park, estrenada en 1997, pero el resto de películas de la lucrativa de ciencia ficción han sido dirigidas por otros cineastas. Sin embargo, el director más taquillero de la historia siempre ha seguido vinculado a la franquicia como productor ejecutivo y no ha sido diferente en la recién estrenada nueva entrega: Jurassic World: El renacer, una producción que recoge el testigo de Jurassic World: Dominion para contar una nueva historia, en un escenario distinto y con un elenco renovado.
También conocida como Jurassic World 4, la nueva película de la franquicia ha llegado a las salas de cine para convertirse rápidamente en uno de los primeros blockbusters del verano y, aunque su debut no ha sido tan bueno como el de sus predecesoras -la trilogía re reboots protagonizada por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard-, rápidamente se ha colado en el top 10 de películas más taquilleras de 2025.
En ella, Scarlett Johansson interpreta a una mercenaria que forma parte de un equipo con una compleja misión: viajar a una remota isla en la que se llevaban a cabo experimentos con dinosaurios mutados y fallidos que han prosperado con el paso de las décadas y obtener muestras que podrían ser clave para el futuro de la medicina.
Junto a Johansson, protagonizan la nueva película de la saga Jonathan Bailey y Mahershala Ali, entre otros, mientras que ha sido Gareth Edwards el encargado de sentarse en la silla del director. Asimismo, el guionista de la película original, David Koepp, ha vuelto a encargarse de escribir la historia.
Fan reconocido de la saga y gran admirador de Spielberg, Edwards ha reconocido que uno de los momentos más tensos de todo el proceso fue enseñarle la película a Steven Spielberg, cuyas aportaciones e ideas tenían un valor mucho mayor que las que cualquier otro pudiera darle. "Es un momento de nervios cuando sabes que Steven [Spielberg] está a punto de llamarte para darte su opinión sobre una película que le has mostrado", aseguró Edwards en declaraciones a SyFy sobre el momento en que pasó a Spielberg el primer montaje de la película. "Es como ese momento con el que sueñas y temes toda tu vida. Recuerdo que el teléfono estaba en la mesa de centro de la sala de edición, y mi editor y yo estábamos mirándolo, esperando a que se iluminara".
Cuando alguien te da unas notas, no puedes evitarlo, pero en tu interior piensas: 'Sí, pero ¿qué sabes? ¿Qué has hecho tú?'. Pero con Steven, si preguntas '¿Qué has hecho tú?', la respuesta es: todas las obras maestras que te han encantado
"Así que te sientas ahí pensando: 'Voy a hacer todo lo que me digas. Cada nota que me des, la haré'. Esperas estar de acuerdo y que te encanten todas porque sabes que las vas a hacer de todos modos", admitió el director. "Y luego las revisas y piensas: 'Sí, es una buena idea. Vale, sí, tiene sentido. ¡Gracias a Dios que lo dijiste! ¡Genial, estoy de acuerdo!'".
Para Edwards, fue realmente importante tener la opinión de Steven Spielberg durante el proceso y que le sirvió como un aliado para llegar a determinados puntos con el estudio: "Que yo diga: 'Quiero que sea de cierta manera en una decisión importante' solo me llevará hasta cierto punto con el estudio. Pero que Steven Spielberg lo diga, o que decir 'Hago esto como dijo Steven', es como una excavadora en el mundo de las notas que simplemente dice: 'Esto es lo que se va a hacer'. Fue realmente muy útil como cineasta tenerlo de tu lado de esa manera".
Además, por el camino Gareth Edwards se llevó un consejo para toda la vida de uno de los mejores directores que existen.
Dijo: 'Hacer una película para el cine es como ser chef y preparar una comida. La única diferencia es que cuando eres chef para el cine, el público tiene que irse con hambre. Si se van llenos, en cierto modo has fracasado'
"Fue interesante, porque va en contra de tus instintos. Intentas complacer al público y hacerlo feliz. Y el público, especialmente en una proyección de prueba, te dirá qué quiere para ser más feliz. Pero no se trata de eso", reflexiona Edwards sobre lo importante del mensaje del veterano cineasta. "Se trata de crear expectación y sorpresa y hacer que se vayan y quieran volver a verla. Obviamente, ahí es donde se consigue el gran éxito, como el suyo. Así que me lo tomé muy en serio. Fue súper interesante".