"Muchos entrarán a la sala con un ánimo devoto y saldrán profundamente perturbados": el mejor crítico de cine de la historia le dio 4 estrellas a esta polémica película
Antonio Bret
Antonio Bret
-Redactor
Redactor experto en branded content. Aunque versátil en numerosas áreas y temáticas, se siente especialmente cómodo escribiendo sobre cine y series y todo lo relacionado con la industria.

Para muchos, sádica, gore y gratuita; para otras, prácticamente un milagro

Múltiples acusaciones de antisemitismo: grupos judíos y organizaciones como la Liga Antidifamación criticaron la cinta por retratar a los líderes judíos como responsables directos de la crucifixión de Jesús. Desmayos en las salas por la violencia gráfica, que fue considerada por algunos como directamente 'pornográfica'. Puesto de honor en las listas de cintas más controvertidas de la historia...

Sin embargo, para La pasión de Cristo de Mel Gibson, no todo fueron trabas y polémicas. Uno de los críticos más legendarios que hayan existido, Roger Ebert, le cascó cuatro estrellas en su crítica publicada el 24 de febrero de 2004. Sí, a Ebert le fascinó, y sin duda fue algo que llenó de gozo -no sabemos si espiritual o no- al bueno de Mel Gibson, que ha sido acusado varias de veces de antisemitismo.

La crítica comienza de manera contundente, como avisando al espectador desprevenido que se adentrara a ver otra Ben-Hur u otra Quo Vadis: "La película dura 126 minutos, y calculo que al menos 100 de esos minutos, o quizás más, se centran de forma específica y gráfica en los detalles de la tortura y muerte de Jesús. Es la película más violenta que he visto (...) muchos espectadores, que entrarán a la sala con un ánimo devoto o espiritual y saldrán profundamente perturbados. Deben estar preparados para azotes, desollamientos, palizas, el crujir de huesos, la agonía de los gritos, la crueldad de los sádicos centuriones, los regueros de sangre que recorren cada centímetro del cuerpo de Jesús. Algunos se irán antes del final".

Newmarket Films

Como cualquiera que haya visto la película sabrá, Gibson no retrata el Evangelio sino las diferentes estaciones del Vía Crucis por las que -supuestamente- pasó Jesucristo- Ebert recuerda su infancia como monaguillo al escribir la crítica: "Para nosotros, los monaguillos, esta no fue necesariamente una experiencia espiritual profunda. Cristo sufrió, Cristo murió, Cristo resucitó, fuimos redimidos, y ojalá podamos llegar a casa a tiempo para ver el partido de baloncesto de Illinois por televisión. Lo que Gibson me ha proporcionado, por primera vez en mi vida, es una idea visceral de lo que consistió la Pasión."

Ebert ataca directamente a los que critican la violencia de la cinta: "Que su película sea superficial en cuanto al mensaje que la rodea —que solo tengamos algunas referencias pasajeras a las enseñanzas de Jesús— no es, supongo, el punto. Esto no es un sermón ni una homilía, sino una visualización del evento central de la religión cristiana. Tómalo o déjalo."

El crítico marcaba la diferencia entre la película de Gibson y las "piadosas epopeyas bíblicas de Hollywood de los años 50, que parecían estampas sagradas cobrando vida". Así lo comenta: "La película de Gibson romperá con la tradición de presentar a Jesús y a sus discípulos como empresarios de clase media, pulcros, limpios y bien peinados. Eran hombres pobres en una tierra pobre."

Con respecto a las acusaciones de antisemitismo, Ebert también tiene su opinión: "La película de Gibson no es antisemita, sino que refleja, en general, una gama de comportamientos de sus personajes judíos. Los judíos que parecen desear la muerte de Jesús son sacerdotes y tienen razones políticas y teológicas para actuar; al igual que los obispos católicos actuales, que se demoraron en condenar a los sacerdotes abusadores".

Si aún no has visto La pasión de Cristo, la tienes disponible en el catálogo de Netflix.

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