Cuando Robert Zemeckis y Bob Gale decidieron cerrar Regreso al futuro con Doc volviendo de nuevo a Marty a bordo de su Delorean advirtiéndole de los problemas de sus hijos tras haber estado en el futuro, aún no sabían que la película sería un éxito y que, efectivamente, tendrían la posibilidad de viajar al futuro en la primera secuela de la trilogía. Sin embargo, no solo fue así, sino que ese entonces inocente 'cliffhanger' marcaría inevitablemente algunas de sus decisiones cuando se pusieron a trabajar en la nueva película. Sin ir más lejos, que Jennifer estuviera a bordo del coche en la escena final, que los propios creadores reconocerían que igual hubieran llevado de otra manera.
Una de las cosas que hacen que Regreso al futuro II, para muchos la mejor de la trilogía, sea tan fascinante es que la película no se anda con rodeos y comienza con la emoción por las nubes desde sus primeros instantes. Retomando la acción justo donde la dejo la anterior, Marty, Doc y Jennifer viajan hasta el 21 de octubre del año 2015 a bordo del DeLorean. A su llegada a una Hill Valley completamente cambiada, Doc duerme a Jennifer para evitar problemas, mientras que él y Marty se ponen en marcha para evitar el problema del futuro que les ha llevado hasta allí.
Sin embargo, nada iba a resultar tan fácil, ya que ya en los primeros minutos teníamos ante nuestros ojos el objeto que iba a ponerlo todo patas arriba: el famoso almanaque deportivo.
Como recordarás, Marty (Michael J. Fox) compraba un almanaque con resultados deportivos pasados en una tienda de antigüedades con la intención de "ganar un poco de dinero", pero Doc (Christopher Lloyd) le advertía rápidamente de los peligros.
Que el objeto terminaba en manos de Biff Tannen es bien sabido por todos, pero lo que no mucha gente se fija es que el escaparate de la tienda de antigüedades es todo un festival de guiños de esos que a los fans nos gusta tanto cazar. Y es que, aunque el almanaque se convierte en el foco de todas las miradas cuando vemos el escaparate de la tienda, lo cierto es que si pausamos Regreso al Futuro II a los 12 minutos y 30 segundos podemos ver otras cosas interesantes.
En general la segunda entrega de la trilogía, estrenada en 1989, está repleta de referencias. El viaje al entonces futuro año 2015 brindó a los cineastas una oportunidad de oro para llenar la película de ciencia ficción de guiños y el escaparate contiene varios de ellos. Como la tienda se especializa en artículos vintage de los años 80, entre los objetos expuestos en el escaparate no solo se encuentra el almanaque deportivo, sino también otros artículos que no es fácil ver a la primera.
Sobre el almanaque, por ejemplo, hay una referencia directa a la película anterior: la cámara que Marty usó para filmar el DeLorean, convertido en máquina del tiempo, en el estacionamiento del centro comercial Twin Pines en la primera entrega de la saga:
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Además, con el peluche colocado a la derecha del escaparate el director Robert Zemeckis aprovechó para hacer alusión a uno de sus otros éxitos. Para quienes estén familiarizados con el cine de los 80, el peluche es inmediatamente reconocible como el animal protagonista de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988), que Zemeckis llevó a la pantalla un año antes de Regreso al Futuro II.
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Steven Spielberg, quien participó en la película como productor ejecutivo, también dejó su huella tras la fachada de cristal con una referencia a Tiburón (que, por cierto, no es la única en la película).
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Y por último, incluso hay un pequeño avance en la escena en cuestión, ya que el frisbee de la esquina inferior derecha guarda un sorprendente parecido con el que Marty usa (o habrá usado) en Regreso al Futuro III para desarmar a Buford Tannen durante el festival del pueblo:
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Sin duda, una de las cosas más mágicas de Regreso al futuro, es que, 40 años más tarde, sigue teniendo la capacidad de sorprendernos.