Este 2025 se han cumplido 40 años de Regreso al futuro y lo hemos celebrado por todo lo alto: el pasado 31 de octubre la inolvidable película de viajes en el tiempo que inició una de las sagas de ciencia ficción más queridas de todos los tiempos regresó a las salas de cine por tiempo limitado, dando la oportunidad a muchos de verla por primera vez en pantalla grande (y también una calidad muy superior).
Además, coincidiendo con el 40 aniversario de la saga, Michael J. Fox, el inconfundible Marty McFly, ha publicado un libro de memorias, Future Boy, que nos ha permitido conocer un montón de detalles desconocidos de su experiencia en el rodaje, recordándonos una vez más que tiene un sinfín de detalles escondidos y la capacidad de seguir sorprendiéndonos cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo.
Uno de ellos, que pasa completamente inadvertido al comienzo de la película, podría haberle ahorrado muchos problemas a Marty, pero está tan escondido que quizá sea uno de esos que vuelven a recordarte por qué está saga es tan maravillosa.
Como recordarás la película de culto creada por Robert Zemeckis y Bob Gale comienza con el tictac de un montón de relojes en el hogar de Doc Brown (Christopher Lloyd), quien lleva años absolutamente obsesionado con el tiempo.
Quienes conocen la historia saben de sobra que estos relojes llevan 25 minutos de retraso como parte de un experimento del científico, pero Marty no se da cuenta de ello hasta una llamada de su amigo y tiene que salir corriendo al instituto. Como de costumbre, Marty llega tarde y recibe un sermón del Sr. Strickland, el estirado director del instituto Hill Valley. Sin embargo, lo que no muchos saben es que Marty podría haber evitado este problema si hubiera mirado a su alrededor con más atención.
Universal Pictures
Al entrar en la casa del Dr. Emmett Brown, deja su monopatín y la rueda hacia la caja de plutonio escondida bajo un mueble, pero, si te fijas bien, justo antes de que Marty empuje su patín puede verse un reloj en el suelo que es el único de la habitación que marca la hora correcta, poco después de las 8:15.
Si Marty lo hubiera visto, se habría dado cuenta de que algo fallaba en los relojes del científico y probablemente haberse evitado otra severa reprimenda de Strickland, quien nunca pierde la oportunidad de llamarlo perdedor.