Tras la entrada en el gobierno municipal y autonómico del partido Foro Asturias se rumoreó que podrían haber cambios en el Festival Internacional de Gijón, sobre todo en lo que se refiere a la firme orientación y la clara apuesta por el cine de autor de calidad que hasta el momento había imprimido su director, José Luis Cienfuegos desde su nombramiento en el cargo en 1995.
Sin embargo, las aguas parecían haberse apaciguado tras la última edición del Festival, gracias a los buenos resultados obtenidos. Con menos proyecciones que en 2010, pero manteniendo el habitual nivel de exigencia se consiguió llevar a las salas 5.000 espectadores más, que puedieron disfrutar de las últimas películas de Todd Solondz, Alexandr Sokurov, Bruno Dumont o Valérie Donzelli.
La noticia ha supuesto un jarro de agua fría para los seguidores de un festival que consiguió hacer accesible en nuestro país a directores a los que hasta el momento no habían tenido distribución en España, convirtiéndose en un auténtico generador de las últimas tendencias cinematográficas. Gracias a su pericia a la hora de rastreas nuevos talentos, Cienfuegos nos descubrió a directores como Todd Haynes, Ulrich Seild, Nicolas Winding Refn, Fruit Chan, Tom Tykwer o Leos Carax.
El actual concejal de cultura, Carlos Rubiera, ha comunicado que habrá una próxima edición del festival, pero con un nuevo equipo, que dirigirá un realizador asturiano, Nacho Carballo.
