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    Festival de Sitges 2013 Día 5: Éxito inesperado de Ryan Gosling y Winding Refn con 'Sólo Dios perdona'

    Hoy analizamos: 'Sólo Dios perdona' de Nicolas Winding Refn, 'Coherence' de James Ward Byrkit y 'Wrong Cops' de Quentin Dupieux.

    Imagen de Sólo Dios perdona    

    Hay algo en las imágenes de Sólo Dios perdona (Secció Oficial Fantàstic) que me resulta absolutamente magnético. Ya escribí sobre la nueva obra de Nicolas Winding Refn a su paso por Cannes y no tenía previsto volver a hacerlo en Sitges -aquí hay películas suficientes como para realizar tres crónicas diarias- pero me ha sido imposible no caer en la tentación de volver a adentrarme en esta pesadilla abstrusa y ultraviolenta que, tras el relato de doble vendetta que vehicula la trama, esconde un cuento de terror fantasmático con una moderna Medea (Kristin Scott Thomas) tratando de devorar a su hierático hijo superviviente (Ryan Gosling). Por eso Sólo Dios perdona brilla más allá de la radical ruptura y posterior distanciamiento con la (merecidamente) exitosa Drive. Cruce del Melville de El silencio de un hombre con las pesadillas cromáticas de David Lynch, el film de Refn hace equilibrismos entre lo sublime y lo ridículo, dotando de una intensidad mayestática a sus imágenes, logrando una compleja abstracción combinando premoniciones, planos disociativos y diálogos imposibles, siempre punteados (a modo de metrónomo) con todo tipo de acciones salvajes. Refn se pone místico, como ya hiciera en Valhalla Rising, y nos cuenta que sólo a través de la violencia uno puede sobrevivir en el infierno -pederastia, asesinatos, prostitución, tráfico de drogas- al que los protagonistas llaman vida. Vaya, una película que no dejará indiferente a nadie, pero que en Sitges ha logrado conmocionar para bien. Lo cual, al menos a mí, me alegra mucho (y más recordando que en Cannes fue abucheada).

    Sólo Dios perdona

    Vamos con una sorpresa positiva: Coherence (Secció Oficial Fantàstic) del norteamericano James Ward Byrkit. Un grupo de amigos han quedado para cenar en la casa de uno de ellos la misma noche en que un cometa pasa peligrosamente cerca de la tierra. Dicho fenómeno astronómico hará alterar la realidad vivida, casi en modo cómic de superhéroes, poniendo en un mismo plano existencial las distintas realidades alternativas sufridas en mundos paralelos. Para que se me entienda: ese mismo grupo de amigos acabarán encontrando que existe una versión (casi) exacta a ellos mismo unos bloques de pisos más lejos. Bajo tan alucinante premisa -recuerda de forma epidérmica a la buñueliana El ángel exterminador- se empezará a desbordar la paranoia a la que los continuos equívocos llevarán a los personajes. Si bien esa será la única meta de la cinta -la confusión de quién es quién o a qué realidad pertenece no aportará una mayor carga dramática o lectura metafórica-, ésta se disfruta enormemente como un puzle multidimensional donde todas las piezas parecen encajar de forma más o menos errónea. Un juego argumental bien hilado y mejor resuelto que demuestra que el fantástico es el género más en forma del momento.

    Coherence

    Cerramos con una locura: Wrong Cops (Secció Oficial Fantàstic Especial), del mismo cineasta-kamikaze que nos entregara Rubber y Wrong. Quentin Dupieux da forma a una particularísima Loca academia de policía protagonizada por inmorales agentes de la ley que trafican con droga, obligan a mujeres a que se desnuden, roban para hacerse cirugía estética y matan accidentalmente, en un absurdo beckettiano donde cuánto más burra es la broma, más gracia hace. Una comedia ultramoderna, fiel al espíritu del aquelarre humorístico que incomoda más que alegra, que tanto disfrutarían los fans de Ricky Gervais, de Sacha Baron Cohen, de Juan Cavestany –que hoy presenta en Sitges, Gente en sitios- o Joaquín Reyes y los suyos. Madre mía qué bien nos lo estamos pasando en este Festival.

    Wrong cops

    Alejandro G. Calvo

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