Pixar Animation Studios
Mattel denegó los derechos de Barbie a Pixar para la primera cinta, ya que creían que sería un fracaso. Además, no querían que Barbie tuviese una personalidad definida: preferían que la forma de ser de la muñeca fuese imaginada por los niños. Al ver el éxito de Toy Story, la compañía aceptó ceder la imagen para las entregas posteriores.