9- La vida de David Gale (Alan Parker, 2003)
Este espléndido 'thriller' judicial, nunca lo suficientemente valorado, nos contaba la historia de David Gale (Kevin Spacey), un encendido activista en contra de la pena de muerte que veía cómo su vida se derrumbaba al ser acusado de asesinato y condenado, irónicamente, a la silla eléctrica. Una periodista interpretada por Kate Winslet trataba de demostrar su inocencia, sólo para descubrir al final, con Gale ya muerto, que todo había sido una conspiración urdida entre él y la asesinada para demostrar que el sistema podía equivocarse, y asestar de este modo un golpe definitivo en la lucha por la abolición de la pena capital.
8- Memento (Christopher Nolan, 2000)
El protagonista de la película que a muchos nos hizo descubrir el prodigioso talento de Christopher Nolan -y de su hermano Jonathan, co-autor del guión- sufría de una peculiar amnesia que le impedía crear recuerdos nuevos, lo que no le impedía ejercer una obsesiva búsqueda del hombre que acabó con la vida de su mujer. Sin embargo, el final de esta película, de narrativa tan compleja como fascinante, nos tenía preparados una sorpresa demoledora.
En él, Leonard (Guy Pearce) descubría no sólo que ya hacía tiempo que había asesinado a ese hombre, y el hecho de no recordarlo había motivado que el personaje de Joe Pantoliano se aprovechara de él para acabar con una serie de mafiosos anónimos. También, gracias a éste, comprendía entonces que él mismo había sido el causante de la muerte de su esposa, y su insensata sed de venganza sólo consistía en un modo de autoengañarse.
7- Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941)
Este clásico, de presencia fija en todas las listas de mejores películas de la historia, nació gracias al avasallador talento de Welles, que redactó un guión como nunca se había visto hasta entonces. Éste, centrado en la figura de Charles Foster Kane -basada directamente en el magnate William Randolph Hearst, que trató de boicotear el filme en el momento de su estreno- narraba una apasionante investigación periodística valiéndose para ello de los 'flashbacks', de inédito uso hasta entonces.
Descubrir qué significaba la palabra 'Rosebud', pronunciada por Kane justo antes de morir, era el objetivo de dicha investigación, y solamente lo comprendíamos al final, cuando la vemos escrita en el pequeño trineo de madera con el que le gustaba jugar durante su niñez. En efecto, 'Rosebud' no simbolizaba otra cosa que el recuerdo de la infancia perdida del protagonista.