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    Dani Rovira: "100 metros' me abre un poco un abanico de posibilidades"

    La película dirigida por Marcel Barrena sobre la increíble historia de superación de Ramón Arroyo se estrena hoy, viernes 4 de noviembre.

    Filmax

    Este viernes 4 de noviembre se estrena en España 100 metros, la nueva película de Marcel Barrena inspirada en la historia real de Ramón Arroyo, un padre de familia diagnosticado con esclerosis múltiple que, a pesar de sus circunstancias, decide plantarle cara a la vida y participar en la prueba más exigente del triatlón, el Ironman. En SensaCine hemos hablado con su director y con el protagonista de la cinta, Dani Rovira, sobre la responsabilidad que ha supuesto esta película, el paso de la comedia al drama y el rodaje, entre otras cosas. Además, Rovira ha comentado las razones por las que presentará de nuevo los Goya y sus requisitos para rodar la tercera parte de Ocho Apellidos Vascos.

    Dani Rovira

    Todo el mundo está comentando su cambio de registro al drama pero, ¿ha vivido tanto este giro dramático como lo percibimos nosotros?

    No lo he vivido como tal. Lo que sí que me gusta es que, cuando hay un guion que está bien hecho y suena todo a verdad, a mí me da igual hacer comedia que hacer drama. Tampoco ha sido como mi primera experiencia. En Ahora o nunca sí que tenía momentitos también y, dentro del personaje de Juan de B&B, al pobre chaval lo secuestraron durante dos capítulos para matarlo. Ya medio experimenté eso. Que para la gente haya sido un giro radical, si es en positivo, yo encantado. Como ha sido algo tan orgánico y tan fluido, no me ha supuesto un descoloque interno; simplemente me he limitado a intentar hacer verdad el personaje que se me había planteado

    Respecto a futuros papeles, ¿cree que esta interpretación podría suponer un antes y un después?

    No lo sé. Creo que es una película que me abre un poco un abanico de posibilidades y si un director cree que con esta película puedo llegar a ejercer papeles alejados de la comedia, genial. Pero me encantará seguir haciendo comedia. Con esto no he huido de la comedia. La comedia es maravillosa y me ha dado todo lo que tengo. De lo que se trata es de intentar hacer real los personajes y hacerlos de verdad, independientemente de la etiqueta que se les ponga.

    ¿Sintió miedo al saber que iba a interpretar a una persona con esclerosis múltiple?

    No miedo, pero sí respeto. Respeto porque vas a encarnar a una persona que existe y que, conforme pasa el tiempo, me iba haciendo amigo de ella. De repente, sobre tus hombros pesa tener que interpretar una enfermedad degenerativa que en este país tienen más de 50.000 personas. Entonces, un poco de respeto sí que da... pero me he sentido tan bien arropado, han sido tan generosos Ramón e Inma al abrirnos sus puertas… Marcel ha sido tan buen director, nos ha cuidado tanto, nos ha dirigido tan bien, el reparto tan bueno, que me he visto bastante protegido. Ha sido una responsabilidad muy compartida.

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    ¿En qué momento llega a darse cuenta del logro de Ramón?

    Me fui dando cuenta durante la película, pero realmente me di cuenta dos meses después del rodaje, cuando me estaba preparando para hacer el medio Ironman de Calella, que fue en el mismo sitio donde lo hizo Ramón, pero yo solo hice medio. Cuando llegué a la meta después de seis horas y algo, ahí fue cuando realmente tome una dimensión, aunque no completa porque no hice la prueba completa. Cansado no, llegué hecho misto. Ahí fue cuando dije: "Hostia, es que Ramón ha hecho el doble de lo que yo he hecho y con esclerosis múltiple". Ahí fue cuando más cerca he estado de ser consciente de la machada que se ha hecho este hombre porque es una gesta muy brutal. No podía hacerme idea de lo que significa eso. Doce horas y pico desde que te echas al agua sin poder sentarte a tomar ni un yogur.

    Desde fuera, la experiencia de tus Goya se ve agridulce por tu relación con las críticas. ¿Qué hay en los Goya que te invita a aproximarte otra vez a la ceremonia?

    Que me va la marcha y que me lo paso muy bien preparando y llevando la gala de los Goya. Este año anterior cometí el error de asomarme a la boca de volcán cuando estaba en plena erupción y me pegó un hostión la lava en la cara, pero me asomé a los cuatro días. Cuando te asomas a ciertos sitios donde solo hay odio y mierda, supongo que me dejé afectar por este tipo de sensaciones, pero yo en la gala me lo pasé muy bien. ¿Que podía artísticamente haberla hecho mejor? Obviamente, pero también podría haberla hecha peor. Yo salí con una sensación muy bonita de la primera y de la segunda. Es mucho curro lo que tiene una gala y son muchas horas de ensayo, mucha gente currando y que saliera como salió es una puñetera alegría; que tuviera la audiencia que tuvo, que todo saliera bien... Fallos hubo, obviamente. He aprendido a que, según qué momentos de tu carrera profesional, al ser un personaje tan público y al tener toda la gente una pistola metafórica en la mano, con no asomarte a ciertas ventanas en ciertos momentos de tu carrera, creo que acabamos. Es una lección que he aprendido, pero a mí me gusta presentar los Goya y he sentido el apoyo de la industria.

    Recientemente, Borja Cobeaba ha confirmado que habrá una tercera entrega de Ocho Apellidos Vascos. ¿Han hablado con usted? ¿Sabe algo de este proyecto?

    Oficialmente, absolutamente nadie ha hablado conmigo. Cuando eso sea así, que se pongan en contacto con nosotros. Ahora no sabemos nada. Yo me enteré como te enteraste tú. Tres cosas que siempre digo para que pudiera haber una tercera entrega es que haya una historia que contar, que estemos todos los que tenemos que estar, y yo, personalmente, dejaría pasar unos pocos años porque sería más interesante y hay que dejar descansar las cosas. Pero si dentro de cuatro o cinco años vienen con una historia bonita que no sea 'patillera' ni una cuestión de alargar el chicle y poder vivir la experiencia todos juntos, no lo descarto. Pero con calma.

    Marcel Barrena

    ¿Ha considerado muy arriesgado mezclar toques cómicos en una película dramática?

    Sí, era el gran reto. Nosotros teníamos una película que es un canto a la vida en positivo, por lo que yo quería que la gente saliera optimista del cine. No quería un dramón. A su vez, teníamos un tema que es un drama al ser una enfermedad degenerativa. A su vez, también tenía los tres reyes de la comedia española, y todo mezclado era el reto. Creo que ha salido bien porque hemos sido cuidadosos con la enfermedad y, a su vez, con el humor que ellos te generan.

    ¿Supone mucha responsabilidad tratar el tema de la enfermedad?

    Ha sido como una bola de nieve. Hacer una película es una cosa supersolitaria. Estás en tu casa escribiendo y tú no eres consciente de si no se va a hacer nunca en la vida. No ves el cuadro. Tú en tu casa con una página en blanco. Cuando empecé, la bola de nieve ha ido creciendo. A medida que vas recibiendo mensajes de asociaciones, de gente enferma, de familiares y amigos, vas entendiendo que hay que ir con mucho cuidado y que hay que hacerlo bien. Ha sido una responsabilidad 'heavy', pero creo que hemos pasado el filtro con nota porque los primeros pases que se han hecho de la peli han sido con asociaciones en el Instituto Guttmann con enfermos de verdad y neurólogos y fue muy bien. Además, neurólogos estuvieron leyendo el guion antes de rodar. Hemos ido con mucho cuidado porque es una responsabilidad muy seria como se hizo con Philadelphia. Nadie hablaba del sida antes de la película, era muy tabú y, tras hacer Philadelphia, las cosas mejoraron mucho. No quería hacer una comedia, pero sí una película superoptimista y superpositiva sin abandonar eso. Si tú vas a hacer risas con algo que no hace ni puta gracia, tienes que ser muy respetuoso.

    ¿Ha sido complicado dramatizar una historia real como esta?

    Sobre el papel es muy complicado. Cuando piensas cómo lo vas a hacer, se te hace todo arenas movedizas, pero luego cuando hay tanta química… Esta película genera un efecto imán tan 'heavy' que no había visto nunca entre todas las asociaciones que han entrado, los actores, el nivel de los técnicos, el director de fotografía es el mejor que hay… Cuando vas viendo todo esto, el mensaje llega. Cuando dices: “Dani, vamos a hacer esto, pero así. Tenemos que ser respetuosos con la enfermedad, pero tenemos que ser optimistas y mezclar comedia y drama porque si queremos ayudar a esta gente con una película, si hacemos un dramón para cuatro personas no vamos a ayudar a nadie. Intentemos hacer algo comercial". Comercial desde el punto de vista guay, como Intocable. A mí me sirvió mucho Intocable para vender la película a las televisiones y productores. Es un tema duro pero visto desde un punto de vista que es un canto a la vida. Siempre quise hacer eso. Además, el verdadero Ramón es superreal. Yo le he llegado a escuchar decir que la esclerosis múltiple es lo mejor que le ha pasado en la vida. Cuando escuchas cosas así, no puedes hacer un drama. Tienes que enseñar lo que es la enfermedad, pero luego a cada uno le afecta de una forma distinta. Pero Ramón lo ve desde un punto de vista optimista y es extraordinario. Por eso tiene una película. La peli no va de señores que corren, va de retos. El reto de Ramón es hacer un Ironman, pero el mío era levantar esto.

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