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    Cannes 2017: Julianne Moore: "Con 'Wonderstruck' he aprendido a comunicarme sin usar el habla"

    El lenguaje de signos y la sordera son los elementos que determinan la forma de la nueva película de Todd Haynes.

    El mundo del cine no es extraño para Brian Selznick. Al fin y al cabo, es el nieto de David O. Selznick, productor en la era dorada de Hollywood, y ha visto como su novela La invención de Hugo era llevada a la pantalla por Martin Scorsese. Pero no ha sido hasta Wonderstruck que el autor se ha decidido a adaptar él mismo una de sus obras -Maravillas, editada en castellano por Ediciones SM- escribiendo su primer guion cinematográfico.

    Según ha explicado Selznick en la rueda de prensa de Wonderstruck, presentada en la Sección Oficial de Cannes, la productora Sandy Powell leyó el libro y pensó inmediatamente en Todd Haynes para llevarlo al cine. En ese momento, el escritor empezó a trabajar secretamente en la adaptación de la novela, que presenta en paralelo dos historias protagonizadas por dos niños sordos que huyen de su casa y deambulan por Nueva York; una ambientada a finales de la década de los 20 del pasado siglo y la otra en los años 70. La particularidad del libro es que emplea el texto escrito para explicar la parte de los 70, e ilustraciones sin texto para los 20. "Con el libro quise usar un lenguaje visual para explicar la historia de alguien que no puede oír, y al hacer el guion tuve que buscar un equivalente cinematográfico a esa diferencia de lenguajes. Opté porque la parte de los 70 fuera en color y hablada, mientras que la de los 20 sería muda y en blanco y negro".

    Para Todd Haynes, dirigir Wonderstruck le ha permitido trabajar por primera vez el mundo de la infancia y la imaginación de los niños, y se planteó la película como un misterio. "Al principio, el espectador se pregunta por qué estas dos historias conviven en una misma película, pero van surgiendo las pistas que permiten ver que ambas están relacionadas". Para armonizar las dos partes que conforman el filme, y ser fiel a un punto de vista ajeno al mundo adulto, el director de Carol ha explicado que, durante el montaje, fue enseñando partes de la película a diversos niños, y dejó que sus consejos guiasen la estructura final.

    Julianne Moore y el lenguaje de signos

    Haynes también ha reconocido que uno de los aspectos que le interesaban de la propuesta es que se trata de una historia "sobre todo aquello que podemos hacer con las manos, ya sea crear un lenguaje de signos o construir una maqueta". Una sensación compartida por Julianne Moore, una de las actrices fetiche del director, que ha tenido que aprender el lenguaje de signos para uno de los papeles. "Esto me ha permitido aprender a comunicarme utilizando el cuerpo, y sin recurrir al habla. No puedo decir que sepa lo que es vivir sin ser capaz de escuchar sonidos, pero ahora siento que se me ha permitido contemplar ese mundo desde una distancia cercana”.

    No es extraño, pues, que pese a la presencia de estrellas como Moore y Michelle Williams -que aparece brevemente en el filme-, en la rueda de prensa todas las miradas se hayan posado en la debutante Millicent Simmons, la niña sorda que protagoniza uno de los segmentos de la historia, y que debe ser una de las escasas personas en la historia de Cannes que ha respondido a las preguntas de los periodistas en lenguaje de signos, acompañada de una intérprete, explicando la gran experiencia que ha supuesto para ella rodar Wonderstruck. Una sensación compartida por Jaden Michael, otro de los niños de la película, que ha acompañado todas sus respuestas con signos, y ha manifestado su deseo de que los niños y niñas que vayan a ver el filme descubran y se interesen por el universo comunicativo que existe en sus manos.

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