Feliz día de tu muerte (Christopher Landon, 2017)
La película que inauguraba el festival ya venía precedida de una entusiasta recepción en el Festival de Sitges -como muchos otros films que le sucederían, por otro lado-, de modo que tras el emotivo momento protagonizado por nuestro Chicho nos preparamos para pasarlo bien. La sinopsis, centrada en una universitaria que revive una y otra vez el día de su cumpleaños, que también resulta ser el de su muerte, y que decide emplear esta situación para resolver su propio asesinato, nos predisponía a ello. Y sí, se trata de una comedia.
Universal Pictures
El film, muy al estilo de Atrapado en el tiempo, Código fuente o Al filo del mañana, consigue eludir en primer lugar el riesgo de repetición, y en segundo logra que la protagonista (Jessica Rothe) consiga que nos importe su rocambolesca historia a fuerza de carisma. Si a esto le añadimos un asesino de ya icónica máscara, un humor negro omnipresente, y no poco terror, conseguiremos pasar por alto lo poco elaborado del misterio, y una sucesión de giros descabellados hacia el final que nos sacan bastante del film.
Estreno 9 de noviembre de 2017.
Tragedy Girls (Tyler MacIntyre, 2017)
En la misma tradición que desafía las reglas del género -como en cierto modo hace Feliz día de tu muerte- al día siguiente pudimos disfrutar de Tragedy Girls, una comedia cuya primera escena ya es toda una declaración de intenciones. Sadie (Brianna Hildebrand) se da el lote con un chaval que no puede creerse su suerte en un coche parado en medio de la nada. Oyen ruidos, Sadie le dice al chaval que se baje a ver qué ocurre, el chaval va, y un asesino en serie se lo carga. Cuando éste se dispone a acabar con la chica, es secuestrado por ésta y su mejor amiga (Alexandra Shipp, a quien ya vimos como Tormenta en X-Men: Apocalipsis), que pretenden que éste les enseñe sus trucos.
Tree y Sadie son, en efecto, dos psicópatas que pretenden hacerse famosas matando a cuanto se les ponga por delante; si son compañeros de su instituto mejor. Para ello, no tienen más que su ingenio y un arsenal de estrategias formado gracias al consumo de varios 'slasher'... además de su amistad. Y es que Tragedy Girls, por encima de sus chistes -no demasiado originales; tras Scream ya se sabe que no tiene demasiado sentido parodiar el género-, funciona como una historia de dos amigas y una fantasía empoderante, que muestra sus verdaderas cartas en un espléndido tercer acto. Gracias a él, apenas importa que la crítica a las redes sociales quede tan diluida, aunque puede que esto formara parte de la sátira y el Premio Nocturna al Mejor Guión que le dio el festival esté aún más justificado.
