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    'Todo el dinero del mundo': Conoce la historia real en la que se inspira la nueva película de Ridley Scott

    El largometraje que se ha visto envuelto en varias polémicas llega a los cines españoles el próximo 23 de febrero.

    ¿Cómo es posible que uno de los hombres más ricos del mundo se niegue a pagar el secuestro de su nieto favorito? Esta es la premisa de la que parte la trama del último largometraje como director de Ridley Scott, Todo el dinero del mundo. Y aunque, a priori, pueda parecer pura ficción, lo cierto es que la película se basa en la historia real en la que se vio envuelto el clan de los Getty. Si desconoces los detalles que rodearon al mediático secuestro que se realta en el filme, en SensaCine te vamos a contar algunos datos para que vayas con los deberes hechos a ver la película. Pero si eres de los que prefiere descubrir todos los entresijos de los acontecimientos en el cine, ¡no sigas leyendo!

    Empecemos conociendo a uno de los protagonistas de la historia en la que se inspira Todo el dinero del mundo, Jean Paul Getty, en la película interpretado por Christopher Plummer. Este norteamericano, nacido en 1892, pertenecía a una familia dedicada al petróleo, y lejos de lo que su padre esperaba de él, llegó a convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo de principios del siglo XX. En 1967 fundó su propia compañía petrolera, Getty Oil Company, y pronto pasaría convertirse en uno de los primeros hombres del mundo en poseer 1.000 millones de dólares. Esto le llevó a compartir su experiencia y conocimientos en un libro al que puso por título How to be Rich (Cómo ser rico).

    J. Paul Getty se casó, y divorció, en cinco ocasiones y tuvo cinco hijos. Sin embargo, nunca fue un hombre muy apegado a su familia. Su nombre se hizo aún más conocido cuando su nieto Paul, de 16 años, fue secuestrado. Entorno a este misterioso y mediático secuestro gira la trama de la cinta protagonizada por Michelle Williams y Mark Wahlberg, que provocó que se tambaleara la vida de uno de los hombres más poderosos del mundo a nivel económico.

    Secuestro mediático

    La madrugada del 10 de julio de 1973 en Roma, el hijo mayor del matrimonio formado por John Paul Getty Jr. y Gail Harris, Paul, fue secuestrado mientras caminaba hacia su apartamento. Según se recoge en el libro Painfully Rich: The Outrageous Fortune and Misfortunes of the Heirs of J. Paul Getty, de John Pearson en el que se basa el filme, una furgoneta se paró junto al conocido como 'hippie de oro', y tras preguntarle si era Paul Getty, varios hombres lo introdujeron en el vehículo a la fuerza.

    Al parecer, sus captores podrían haber dado con el joven gracias a un chivatazo de alguno de los trabajadores de un restaurante en el que Paul, debido a sus problemas económicos, cambiaba sus pinturas por comida. El primer destino del nieto del multimillonario fue una casa de campo al sur de Italia. Desde allí, uno de los secuestradores hizo una llamada a la madre de Paul, Gail, para solicitar 17 millones de dólares a cambio de recuperar a su hijo con vida.

    Ante la incredulidad de lo sucedido, Gail supo que la única opción para conseguir esa desorbitada cifra de dinero era recurrir a su ex suegro, el señor Getty. Sin embargo, este se negó a recibirla y a hablar con ella. El 30 de julio de 1973 la revista TIME publicó una carta escrita por el que supuestamente era el nieto favorito de Getty, en la que el joven pedía a su madre que pagara su rescate.

    Querida madre. Estoy en manos de secuestradores. No dejes que me maten. Asegúrate de que la policía no intervenga. No deberías tomarte esto como una broma... No den publicidad a mi secuestro.

    En un primer momento, Gail pensó que todo era un montaje, y que su hijo había planeado el secuestro, junto a sus amigos, para conseguir el dinero de su abuelo que nunca le había querido dar a su madre y sus hermanos. Pero no tardaría en descubrir que todo era cierto y que su hijo estaba en manos de unos criminales.

    Jean Paul Getty, afincado en una lujosa mansión conocida como Sutton Place, en Surrey (Inglaterra), anunció, ante los medios de comunicación, que no pagaría el secuestro del joven Paul, para evitar que le pudiese suceder lo mismo a sus otros nietos. Además, los que le conocían bien aseguraban que Getty nunca gastaba su dinero sin tener en cuenta lo que se desgravaría y los beneficios que le reportaría a su propia economía. La opinión pública se llevó las manos a la cabeza después de saber que el señor Getty no iba a hacer nada para recuperar a Paul, teniendo en cuenta que el precio del petróleo se había disparado, y que podría pagar el rescate solo con los beneficios.

    Tengo otros 14 nietos. Si pago un centavo, tendré otros 14 nietos secuestrados

    Poco después, Getty empezó a sospechar que su nieto y su ex nuera querían tenderle una trampa y que todo era parte de un maquiavélico plan para hacerse con su dinero. Aun a sabiendas que realmente se trataba de un secuestro, seguía culpando al joven Paul de haberle puesto en el punto de mira de la mafia italiana. ¡Con el temor que siempre había tenido a ser secuestrado!

    Cambio entre mafias

    Durante los primeros meses de cautiverio, los secuestradores le dieron a Paul una radio para que pudiera escucharla cuando lo desease, le daban de comer, le permitían asearse en un riachuelo cercano... y le dijeron que mientras obedeciera sus órdenes estaría a salvo.

    Gail, quien a partir de la quinta semana del secuestro estuvo acompañada en todo momento por un hombre de confianza de Getty, recibió varias llamadas de uno de los captores de Paul que, al parecer, había simpatizado con el joven. En una de ellas, el secuestrador, que en la cinta recibe el nombre de Cinquanta, le dijo que su hijo estaba enfermo y le pidió consejo para tratar de mejorar su estado de salud.

    Paul no estuvo siempre en manos de los mismos criminales, y fue vendido a uno de los clanes de la mafia calabresa más peligrosos de Italia. Sus nuevos captores le arrebataron la radio que tenía, jugaban a la ruleta rusa con él como blanco, e incluso le aputaron un miembro de su cuerpo como última instancia para conseguir que Getty pagara el rescate de su nieto, que ahora había descendido a 4 millones de dólares.

    Durante el tiempo que duró el secuestro, John Paul Getty Jr., pese a haber conseguido dejar a un lado su adicción a las drogas, no hizo ningún intento de ponerse en contacto con su padre para pedirle el dinero para el rescate de su hijo Paul.

    Si quieres conocer el desenlace de esta truculenta historia, ¡no te pierdas Todo el dinero del mundo, en cines el próximo 23 de febrero!

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