El gremio de exhibidores cinematográficos en Alemania está en pie de guerra contra Elisa y Marcela, la película de Isabel Coixet para Netflix. Unos 160 empresarios de salas de cine han firmado una convocatoria en la que se exige que se retire la cinta de Coixet de la competición oficial de la Berlinale porque "no llegará regularmente al cine" al estar producida por la plataforma de VoD.
La misiva está respaldada por la asociación AG Cinema - Gremio de Teatro de Arte de Cine Alemán y se dirige al director del festival del certamen, Dieter Kosslick, y a la ministra de Cultura alemana, Monika Grütters, con el objetivo de que la película se "muestre fuera de concurso". Cabe recordar que no es la primera vez que surge una polémica en festivales por la participación en el concurso oficial de una película producida por Netflix. Roma, de Alfonso Cuarón, arrancó su vida festivalera acompañada de polémica, ya que quedó fuera del programa de Cannes a causa de la presión de las salas francesas. Finalmente, el trabajo de Cuarón sí participó en la Mostra de Venecia, donde se alzó con el León de Oro a la mejor película.
Estreno en salas, pero españolas
Desde la Berlinale han querido recordar que Elisa y Marcela sí llegará a los cines españoles, de la mano de la distribuidora A contracorriente, que respaldó el anterior y exitoso filme de la cineasta, La librería.
Sobre esta polémica, Coixet ha declarado este mediodía en la rueda de prensa de presentación del filme que la polémica no es un asunto “problemático", a pesar de que no entiende el veto de los exhibidores: "Los distribuidores viven de lo que nosotros les ofrecemos. Me parece una falta de respeto”. Y ha añadido. "Yo misma fui a ver con mi madre la película Roma en el cine, luego la vi en casa y luego otra vez en el cine. [...] Sin su apoyo [de Netflix], quizá esta película nunca hubiese podido salir a la luz y para mi era imprescindible darle voz a esta historia”, ha puntualizado.