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    Jacques Audiard: "Los hermanos Sisters son como niños, y la historia la vemos desde su punto de vista, el de un cuento"

    El director de 'Dheepan' y 'Un profeta' estrena este viernes su primer western y su primera película en inglés, protagonizada por John C. Reilly y Joaquin Phoenix.

    Jacques Audiard es uno de los grandes directores del cine contemporáneo y su trayectoria se define por su absoluta heterodoxia, en una filmografía donde conviven con poderío películas de género negro y carcelarias con melodramas de migrantes que acaban a tiros con todo un vecindario. Palma de Oro por Dheepan en 2015, Audiard se atreve ahora en Los hermanos Sisters con el western, un género al que no le une un vínculo demasiado fuerte pero del que sabe transformar con ideas excelentes sus constantes estilísticas. No en vano fue premiado por esta película con el León de Plata en la pasada Mostra de Venecia a la Mejor dirección y con el Premio César a la Mejor dirección

    Los hermanos Sisters nos sitúa en 1850, en plena fiebre del oro, para seguir el destino de esta pareja de hermanos, interpretados con entrega por Joaquin Phoenix y John C. Reilly, en un doloroso viaje de reconciliación de Oregón a California. Con motivo del estreno de Los hermanos Sisters en nuestras salas este viernes 10 de mayo, hemos hablamos con Jacques Audiard y con su guionista Thomas Bidegain sobre este atípico western, a todas luces una de las cintas del año.  

    Shanna Besson

    ‘Los hermanos Sisters’ es una película de encargo. ¿Cómo se fragua este proyecto?

    Jaques Audiard– John C. Reilly y su esposa, Alison Dickey, nos propusieron adaptar la novela de Patrick deWitt. Estábamos en el Festival de Toronto presentando De óxido y hueso, y al mismo tiempo escribiendo Dheepan. Tenía muchas ganas de trabajar con actores americanos aunque nunca había pensado en hacer un western. Pero me gustó mucho el libro de Patrick deWiitt.

    ¿Conocíais a John C. Reilly previamente?

    Jaques Audiard– Lo conocía como actor, por supuesto, pero no personalmente.

    Thomas Bidegain– John organizó una cita en un restaurante. Alquiló, de hecho, el restaurante entero. Estábamos en el restaurante vacío, en una mesa con nosotros sentados: Jacques, yo, John y Alison. Era como en una película de gánsteres. Era muy noir.

    John [C. Reilly] organizó una cita en un restaurante. Alquiló, de hecho, el restaurante entero. Estábamos en el restaurante vacío, en una mesa con nosotros sentados: Jacques, yo, John y Alison. Era como en una película de gánsteres. Era muy 'noir'.

    ¿Qué crees que podías aportar al western, el género norteamericano por excelencia?

    Jaques Audiard– De hecho, no soy demasiado aficionado al western. Cuando pensaba en la película, no me interesaba mucho el mito del oeste o la reconstrucción histórica, sino los personajes. Van en caballos, llevan pistolas y sombreros, pero porque se vivía así en la época.

    BORDE-MOREAU / BESTIMAGE

    Háblanos del casting. Joaquin Phoenix está perfecto en su rol del atormentado Charlie Sisters, John C. Reilly, lo mismo como el bonachón Eli Sisters, además de Jake Gyllenhaal y Riz Ahmed…

    Jaques Audiard– John nos presentó la novela y nos comentó que deseaba interpretar a Eli Sisters. Y fue él quien además nos dijo que tenía muchas ganas de trabajar con Joaquin. Y por supuesto, ¡a mí me parecía todo estupendo! El casting fue muy rápido. A Jake le conocí años antes en Los Ángeles, y ya me comentó entonces que quería trabajar conmigo. Así que nada, ¡también fichar a Jake fue súper fácil! El papel más difícil fue el de Warm, el químico. Di con Riz a través de la serie The Night Of, y me parecía una gran idea tener una persona anglopaquistaní para que interpretara a ese personaje. Es un poco Jesús, un poco el profeta de un nuevo mundo. Quiero decir, en la novela original, el personaje es muy distinto. Es un hombre alemán bastante mayor, pelirrojo… Cambiarle la edad, el origen, que sea más joven que los demás encarnaba esa idea de futuro y de modernidad. De ahí lo de que es un profeta.

    El arranque de la película es espectacular. Y muy rompedor: un tiroteo visto desde lejos y en plena noche… ¡Un tiroteo en la oscuridad!

    Jaques Audiard– Es la génesis de la historia.

    Thomas Bidegain– Durante el proceso de adaptación de la novela nos dimos cuenta de que la película tenía que ver con un cuento, que tenía la cualidad de un cuento. Y por tanto, las referencias que íbamos a trabajar no iban a ser las del western, sino de películas como La noche del cazador, de Charles Laughton, que es un cuento. Y queríamos que la violencia de la película estuviera narrada a través de imágenes de cuento. Estos dos protagonistas, los hermanos, son como niños, y la historia está explicada desde su punto de vista, el de unos críos.

    De ahí esas imágenes tan potentes como la araña, el caballo tuerto… Son imágenes muy oscuras.

    Jaques Audiard– Sí, sí, son imágenes de cuento. El río que se ilumina o el caballo que arde en llamas. 

    Esa idea de los personajes como niños en un mundo adulto, ¿fue lo que más te atrajo de la novela?

    Jaques Audiard– Creo que hay señales de esa idea en la novela. Pero en la película hemos traducido lo literario en forma cinematográfica.

    El rodaje de la película se realizó en varias localizaciones: Almería, Navarra, País Vasco, Rumanía…, y en el plató se hablaba italiano, inglés, español, rumano…, exactamente como en esa tierra americana de la época, donde se hablaba ruso, yiddish, alemán, todo tipo de idiomas.

    El choque entre civilización y barbarie es uno de los temas de la película, que aparece ya marcado en los propios protagonistas, estos hermanos tan diferentes. ¿Te interesaba plasmar esta idea de la novela? 

    Jaques Audiard– No recuerdo muy bien la novela ahora mismo, lo siento. Más que este choque entre civilización y barbarie, o ese momento histórico de la fiebre del oro, yo diría que el tema de la película es el cambio, el proceso de cambio de los personajes y cómo cambia su relación. La pregunta es: ¿cuál es el precio a pagar por este cambio? El mundo que les rodea también cambia. No son personajes aislados, en la película les vemos atravesar un mundo. Y además, estamos en una época en plena transformación. El rodaje de la película se realizó en varias localizaciones: Almería, Navarra, País Vasco, Rumanía…, y en el plató se hablaba italiano, inglés, español, rumano…, exactamente como en esa tierra americana de la época, donde se hablaba ruso, yiddish, alemán, todo tipo de idiomas.

    Thomas Bidegain– En esa época, tanto Oregón como California aún no pertenecían a los Estados Unidos de América. El sur de California era mexicana; el norte de Oregón, canadiense. Eran tierras libres.

    Jaques Audiard– Todo estaba cambiando.

    ‘Los hermanos Sisters’ es una película de época pero al mismo tiempo resulta muy contemporánea. ¿Es por ese motivo: por el hecho de que también hoy nos encontramos en un momento de cambio?

    Jaques Audiard– Todas las épocas son épocas de cambio. Teníamos ya el guion en la cabeza desde 2017, lo escribimos en 2017… No somos ni historiadores ni sociólogos ni antropólogos: lo que queríamos era buscar las formas que representan nuestra historia. Porque en realidad hablamos de nuestra época, de la misma manera que Sergio Leone hablaba de los años 70 en sus spaghetti western.

    En 'Los hermanos Sisters' hablamos de nuestra época, de la misma manera que Sergio Leone hablaba de los años 70 en sus spaghetti western.

    Decías que el tema principal de ‘Los hermanos Sisters’ es el cambio: los hermanos cambian, su época está cambiando. En ‘Dheepan’, también el protagonista se encuentra en proceso de cambio, acorralado en un mundo nuevo. ¿Tienen tus personajes en común esta idea del cambio?

    Jaques Audiard– En Dheepan era muy obvio ese cambio, porque la propia película cambiaba de género en un momento del metraje. Aquí son los personajes los cambian… Sí, sí hay algo en común. No tengo muy claro qué exactamente, me siento incapaz ahora de decirlo de manera clara… Pero sí, a veces pienso que hago películas demasiado parecidas y en otras ocasiones pienso lo contrario, que son muy distintas.

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    ¿Son los personajes de tus películas antihéroes? Los hermanos protagonistas no son los típicos vaqueros prototípicos de las películas del oeste.

    Jaques Audiard– No estoy de acuerdo. Cuando empieza la película los vemos como asesinos. Son muy personajes del oeste: matadores, pistoleros, uno gordo y otro flaco… Al principio de la película sí que son arquetipos de ese cowboy de los westerns, y poco a poco se van revelando como unos niños con un trauma familiar tremendo. Después ves su sensibilidad. Empiezas el filme viendo a personajes y la película nos van descubriendo a las personas.

    Hacer 'Los hermanos Sisters' ha sido muy satisfactorio, pero también ha sido una experiencia muy dura. ¡Demasiados caballos! ¡Demasiado calor! ¡Gente! ¡Montañas!

    Esas escenas más íntimas de la película, las conversaciones de los hermanos o ese momento en que vemos a Eli Sister llorar, ¿estaban en el guion o fueron surgiendo a medida que iban rodando?

    Jaques Audiard– La película puede reducirse a cuatro o cinco imágenes: el tiroteo en la noche; un caballo ardiendo transformado en bestia del Apocalipsis; una araña que entra en la boca de un hombre; otro pistolero al otro lado de una ventana… Pero son imágenes que ya las sabemos. Lo difícil es llegar a crearlas.

    ¿Repetiríais en el western? ¿Os gustaría regresar a sus imágenes y al género?  

    Jaques Audiard– A día de hoy, mis heridas no están curadas. Hacer Los hermanos Sisters ha sido muy satisfactorio, pero también ha sido una experiencia muy dura. ¡Demasiados caballos! ¡Demasiado calor! ¡Gente! ¡Montañas! Durante el rodaje, cuando decía ¡silencio!, se oía: ¡silencio, silencio, silencio, silencio! Y cuando gritaba ¡motor!, se oía: ¡motor, motor, motor, motor! Si oyes tus órdenes hasta cinco veces, entonces es que estás en una película muy grande. Y esas dimensiones son agotadoras.

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