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    Carlos Marques-Marcet: ‘‘Todo en ‘Los días que vendrán’ ha nacido de un accidente y los hemos aprovechado como algo natural”

    El director de '10.000km' y 'Tierra firme' estrena su tercer largometraje, una íntima y emocionante crónica de un embarazo premiada en el Festival de Málaga.

    Un día Carlos Marques-Marcet recibió la noticia de que sus amigos Maria Rodríguez Soto y David Verdaguer, esperan una hija y decide empezar a rodar ese embarazo pero desde la ficción. Así comienza la historia detrás de Los días que vendrán, una pequeña gran película que apunta a una de las cintas españolas de este 2019 tras haber arrasado en el Festival de Málaga y aplaudida en no pocos certámenes, del International Film Festival of Rotterdam, donde se estrenó mundialmente en enero, al D'A Film Festival o el Festival de Huesca. 

    Tras su debut en el largo 10000 km, una de las películas más celebradas del cine español reciente, y Tierra firme, se segundo largometraje e  historia conyugal a tres bandas en el interior de un barco por los canales de Londres, en Los días que vendrán habla de cómo un embarazo cambia la vida de Vir y Lluís, Rodríguez Soto y Verdaguer, en una aventura como pocas de la que solo se podía continuar hacia adelante. "El cine es para gente cobarde", confiesa Marques-Marcet. "Un escritor siempre puedes echarte para atrás con lo que ya llevas trabajado, pero en el cine, cuando ya llevas mes y medio rodando, aunque todo te parezca una mala idea vas hacia delante". Sobre parir su nueva película, que llega hoy viernes 28 de junio a las salas españolas, y sobre otros detalles de esta singular y emocionante propuesta le hemos entrevistado.

    Avalon

    Cuando te enteraste de que María Rodríguez Soto y David Verdaguer estaban esperando un bebé, ¿cómo les propusiste filmar su embarazo?

    Carlos Marques-Marcet– Al enterarme de su embarazo, les propuse hacer algo. Es decir, fue iniciativa mía aunque obviamente hubo un interés común. David al principio fue más resistente, porque tenía otras dos películas por delante, pero a María le apetecía mucho porque estaba embarazada y para ella era muy difícil trabajar. No sabíamos si iba a haber película ni qué tipo de película iba a ser, pero bueno, nos lanzamos al vacío. O aprovechábamos o no volveríamos a tener esa oportunidad.

    ¿Estabais aún con la post-producción de ‘Tierra firme’?

    Carlos Marques-Marcet– ¡Justo empezábamos a rodar! Volvimos de Londres, después de rodar seis semanas, y enseguida nos pusimos a ensayar. Por las mañanas, montaba ocho horas y por las tardes-noche y algunos fines de semana ensayábamos o rodábamos. Primero sin guion, claro. Construcción de personajes, improvisaciones… Hasta que salió la primera escena, e ir rodando siguiendo el embarazo. 

    Imagino que para ti también fueron unos meses muy intensos.

    Carlos Marques-Marcet– Lo pienso ahora y alucino. No había descanso.

    Estabais viviendo dos embarazos.

    Carlos Marques-Marcet– Ellos siempre lo explican así, que vivieron un embarazo real y otro ficticio. Y esto les permitía ver y aprender cosas. También en mi caso, claro.

    ¿Tuvisteis siempre claro cómo tenían que ser Vir y Lluís, la pareja protagonista, es decir, que tuvieran esas personalidades tan distintas?  

    Carlos Marques-Marcet– El personaje que David interpreta en Los días que vendrán tiene algo de reacción al personaje que interpretaba en Tierra firme. Es como su opuesto. También es cierto que si haces una película con elementos tan mínimos, tienes que plantear unas ciertas tensiones porque la película dura una hora y media y los conflictos te ayudan a explicar muchas cosas. Pero en este película, muchas de las cosas que pasan provienen de decisiones que no tienen que ver con la narrativa y que hemos adaptado a la historia.

    Entiendo que el guion de ‘Los días que vendrán’ no se escribió antes de rodar, sino que ha sido un proceso más bien a contracorriente. A contrarreloj.

    Carlos Marques-Marcet– Coral (Cruz) y Clara (Roquet), las co-guionistas, entraron a los siete meses del embarazo y ahí fue cuando reestructuramos todo desde el principio. Hubo cosas que volvimos a rodar, escenas que estaban ya más escritas y dirigidas, pero más que rodar escenas desde el guion fuimos trabajando a partir de lo que nos encontrábamos, como el vídeo de los padres de María en que la madre está pariéndola. También mucho de la película ha aparecido en el montaje, y no porque queríamos dejar muchas cosas fuera sino por reordenar algunas de las escenas que ya teníamos rodadas. A ver, había un límite que era el propio cuerpo de María, pero ha habido un proceso muy minucioso y laborioso de montaje.

    Te puedes copiar a ti mismo cuando llevas 30 películas y estás intentando afinar algo o cuando eres Tsai Ming-liang y estás obsesionado con algo en concreto. Pero copiarte en tu tercera película me parece irrisorio.

    Cuéntanos qué papel tuvo en la película la cinta de vídeo en la que se ve a la madre de María Rodríguez Soto darle a luz.

    Carlos Marques-Marcet– Descubrimos su existencia ya hacia el final del montaje. La película ha sido un enorme trabajo de montaje: hemos estado montando casi desde el principio, pero hemos tenido muchas películas y hemos ido montando a la largo de casi año y medio de los dos que ha durado la producción. Cuando encontramos el vídeo nos pareció precioso, súper bien grabado, con unos planos increíbles. ¿Cómo no incluirlo? ¿Y cómo hacerlo resaltando el valor de esas imágenes? Al principio, junto a Oscar (de Gispert) y Ana (Pfaff), lo incorporamos a la película como si las imágenes fueran separadores, porque me gustaba mucho poder reflejar esta idea del embarazo de que es el único período de la vida en que contamos el tiempo en semanas. Los días que vendrán es una película sobre el procedimiento del embarazo y me gustaba esa idea de cómo a partir de los cambios físicos y procedimentales lo transforman todo… Mi idea era usar el vídeo acompañando a las cartelas que cuentan hacia atrás el tiempo del embarazo, pero luego me di cuenta de que esa propuesta ya la había hecho en 10000km… Y no tenía ganas de copiarme otra vez. Te puedes copiar a ti mismo cuando llevas 30 películas y estás intentando afinar algo o cuando eres Tsai Ming-liang y estás obsesionado con algo en concreto. Pero copiarte en tu tercera película me parece irrisorio. Regreso al vídeo: decidimos rodar la escena de María viendo el vídeo. La rodamos en una sola toma a lo largo de una hora y fue espectacular. Fue muy emocionante y esa toma nos estructuró el giro de la película, porque provocaba un cambio de ritmo y de emoción. La película dejaba de lado ese aspecto más conceptual para crecer en lo emocional, donde se conectaba emocionalmente con el bebé y con su madre.

    Avalon

    Esa conexión intergeneracional que aparece ‘Los días que vendrán’ viene también marcada por su banda sonora, no solo por María Arnal y Marcel Bagés, sino por el uso de temas y autores característicos de la Nova Cançó.

    Carlos Marques-Marcet– En esta película todo ha nacido de un accidente y los hemos aprovechado como algo natural. También ha sucedido con la música. Por ejemplo, en la secuencia en que ella se está probando los vestidos, que fue de las primeras que rodamos, y en que ella toma consciencia ya de verdad del bebé que está creciendo en su cuerpo, está sonando un tema de María y Marcel. Esa escena la rodamos mucho antes de que sacaran el disco, que luego se convirtió en ¡discazo del año! En fin, un tipo de música político-poética que creo que casaba muy bien con el universo de Ovidi Montllor y fue rápido llegar a él. Luego, y por casualidad y a través de Oscar de Gispert, recuperé la canción de Em dius que el nostre amor, de Toti Soler, de donde sale el título de la película. 

    ¿Qué papel tiene David Verdaguer en tu trayectoria? Aparece en tus tres películas en roles muy distintos.

    Carlos Marques-Marcet– Es una relación de trabajo muy orgánica. Hay muchas cosas que me gustan de David, pero sobre todo que es una persona muy generosa a la hora de trabajar. No he visto a un actor más generoso que él. Nunca tiene miedo de probar o equivocarse, de discutir si tiene dudas. Supongo que también ha habido a través de él una cierta reflexión de la masculinidad. Y no tiene nada que ver con la idea de actor fetiche, porque en la palabra fetiche hay algo de objeto implícito y no me gusta que las personas sean objetos. Más bien, pienso en David como un colaborador como puede serlo también tu director de fotografía, con el que creas conjuntamente.

    En mis películas, las protagonistas son las mujeres, pero creo que también pueden verse como ejercicios de hombres que no están en el centro. [...] En todos los casos reacciona de manera diferente, desde el desapego al intento de control. Siempre, eso sí, desde las buenas intenciones pero en todas acaba siendo un poco idiota.

    En ‘Los días que vendrán’, la reflexión sobre la masculinidad y los roles de género impuestos por la sociedad aparece de manera muy potente.

    Carlos Marques-Marcet– En mis películas, las protagonistas son las mujeres, pero creo que también pueden verse como ejercicios de hombres que no están en el centro. En 10000km, los dos compartían protagonismo de manera paritaria y aquí María es más protagonista, empiezas y acabas la película con ella; aunque en las dos el personaje masculino no está en el centro y está perdido en esa situación. En todos los casos reacciona de manera diferente, desde el desapego al intento de control. Siempre, eso sí, desde las buenas intenciones pero en todas acaba siendo un poco idiota. No intento juzgarlos, de todos modos. Todo lo contrario, mi objetivo es que se pueda comprender su situación.

    Por último, ¿crees que un embarazo es la gran aventura de la vida?

    Carlos Marques-Marcet– ¡Ese es el título del libro que aparece en la película: La gran aventura del embarazo! Sabíamos que una película sobre un embarazo podría ser algo anecdótico y tampoco queríamos que el embarazo fuera una excusa para hablar de la relación de una pareja o de otras cosas, que es lo que habitualmente pasa cuando hay un embarazo en la pantalla. Queríamos que estuviese en la tensión de la película. Estaba ese peligro, pero si lo piensas, es tan absurdo. Porque luego ves los temas de las otras películas, muchas también van de tonterías sinsentido. Esas críticas que se quejan de que un filme tiene “una historia poco original”… No todo el cine tiene que sorprender con las tramas y a mí, en concreto, me gusta que la gente pueda identificarse con lo que está pasando en pantalla, que son cosas pueden pasarle a cualquiera. Intento no caer en clichés, eso sí, y que sea específica sobre esas personas sobre las que estás fabulando. Darles una cierta verdad. Por otro lado, lo piensas y pocos acontecimientos te cambian tanto la vida como un embarazo. ¡Y qué raro que no se hagan más películas sobre estos momentos tan importantes.

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