Gorrión rojo, el ‘thriller’ protagonizado por Jennifer Lawrence (Los juegos del hambre), es la propuesta de Cuatro para esta noche. El filme, dirigido por Francis Lawrence (Agua para elefantes), se emite en abierto en la cadena antes mencionada a las 22:00 horas. ¿Apetece una de espías?
El filme es una adaptación de la novela homónima de Jason Matthews. Dominika Egorova es el personaje de Lawrence, una bailarina del Bolshoi que, tras una fractura en la pierna, se ve obligada a retirarse del mundo de la danza. Atrapada en la incertidumbre sobre su futuro y cómo cuidar de su madre enferma, termina adentrándose en el programa de la KGB conocido como Gorrión Rojo. Allí aprenderá todas las armas que necesita para poder convertirse en espía.
El primer objetivo de Dominika es el agente de la CIA Nate Nash. En la organización hay un topo y la protagonista debe descubrir su identidad. Pero su misión no será fácil, además de las dudas sobre a quién servir, Dominika inicia una relación con Nate llena de engaños y atracción sexual.
Gorrión Rojo cuenta en su reparto con Joel Edgerton (Identidad borrada), Matthias Schoenaerts (La vieja guardia), Charlotte Rampling (Dune), Mary-Louise Parker (Billions), Ciarán Hinds (Juego de Tronos) y Jeremy Irons (Liga de la Justicia).
Una pelea en un bar
Durante el rodaje de Gorrión Rojo, el equipo se trasladó a Budapest para rodar algunas escenas. Fuera del trabajo, Lawrence y varios miembros del equipo acudieron a un bar por la noche y, cuando llevaban unas horas en el recinto, la actriz protagonizó una pelea. Fue la propia intérprete quien contó lo ocurrido en el programa Late Night with Seth Meyers en el año 2017.
Todo comenzó cuando un chico se acercó a Lawrence para pedirle una foto. “Este chico me pidió un selfi y le dije: 'No. Gracias. No’. Él insistía: '¡Por favor! Mi novia nunca me va a creer'. Un amigo le dijo: 'Si tu novia no te cree, entonces no es la perfecta para ti”, contaba la actriz. Tras este intercambio de palabras, el fan se enfadó y se marchó con un “¡que te jodan!", algo que no sentó bien a Lawrence. "Fue como si algo se rompiera, pero no era el alcohol. Le cogí, cogí las cervezas y empecé a echárselas por encima”.
