Antes de que Virginie Efira aceptase interpretar a la nueva heroína de Paul Verhoeven en Benedetta, el director quiso estar seguro de que iba a ser capaz de hacer algunas de las peculiaridades que exigía su nuevo filme. "Verhoeven es una persona que tiene la necesidad de saber que soy capaz de hacerlo desde el primer momento. Me dijo: 'Hay mucho sexo'. Le dije: 'Sin problema'. Me dijo: 'Con chicas'. Le respondí: 'Sin problema", recuerda la actriz para SensaCine en el Festival de Cine de San Sebastián. Tras competir por la Palma de Oro en Cannes y formar parte de la sección Perlak en el certamen donostiarra, Benedetta llega a las salas de cine este viernes, 1 de octubre.
Lo nuevo de Verhoeven está basado en hechos reales y el libro escrito por Judith C. Brown Inmodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy. El filme del director de Instinto básico (1992) relata la historia de la monja lesbiana y mística Benedetta Carlini, quien obró milagros desde niña y formó parte de la congregación de las teatinas en un convento de Pescia (Italia) en el siglo XVII.
"No conocía para nada la historia de Benedetta. La conocí cuando Paul me enseñó el libro", afirma Efira. "Cuando leí el guion me paraba cada tres páginas porque estaba en 'shock'. Eran escenas fuertes, particulares y estaba muy expectante. Estaba muy emocionada por esta historia y por este tipo de de personaje. Por la ambigüedad de todo, por la temática de la película. No recibes una historia así siempre".
POLÉMICA ANTES DE SU ESTRENO
Provocador como siempre, lo nuevo de Verhoeven ya ha recibido críticas por parte de la comunidad cristiana y en Rusia se ha prohibido el estreno del filme. ACI Prensa -un servicio de noticias y recursos de la Iglesia Católica- ha iniciado una campaña de recogida de firmas para "detener la difusión de la película blasfema Benedetta, que profana una imagen de la Madre de Dios". También durante el Festival de Cine de Nueva York, un grupo de católicos protestaron en contra del filme.
Era de esperar que una película como esta, con una monja lesbiana como protagonista que utiliza una estatua de la Virgen María como dildo, tuviera como consecuencia una reacción así. No obstante, Efira reconoce que no tuvo miedo en aceptar el papel:
Las críticas pueden llegar, pero esto no es algo negativo, es algo que forma parte del trabajo y me gusta el riesgo, jugar con esas fronteras. A Paul Verhoeven le gustan los elementos 'kitsch', le gusta ir más allá, cruzar las fronteras de la sensualidad, ir hacia lo crudo, hacia los extremos. Es verdad que, quizá, dentro de la religión, él estudia el dogma de una manera muy particular
Verhoeven, por su parte, ha querido que la ambigüedad de Benedetta de la que habla Efira impregne al espectador incluso después de abandonar la sala de cine. La protagonista tiene visiones de Jesucristo, sufre estigmas y hace milagros, pero hay algunos detalles que dan a entender que no todo es de procedencia divina. ¿Es Benedetta una mística o una manipuladora?
"En primer lugar, creo que la película habla del poder de creer. Ella está acompañada por sus creencias y eso es una relación que se desarrolla sin mentiras", responde Efira, sin sentenciar si Benedetta es una cosa o la otra. "En cuanto a si es manipuladora, ella hace lo que quiere… No hay una línea tan clara entre lo que es el bien y el mal".
"VERHOEVEN HA SIDO UN CINEASTA FEMINISTA ANTES DEL #METOO"
Efira reconoce que no fue complicado prepararse para dar vida a un personaje como Benedetta. "No es muy difícil preparar un papel como actriz", afirma. Lo más complejo fue profundizar en la ambigüedad de la protagonista. "Tenía que preguntarme cuál es el sitio en el que debe posicionarse el personaje".
En cuanto a trabajar con Verhoeven, la actriz le describe como "un cineasta de la imagen" y con las ideas muy claras. "Tiene el 'storyboard' en la cabeza. Lo tiene muy claro. En cuanto a la dirección de actores, he buscado un poco lo que realmente quería expresar. Lo he buscado en mí. Él me decía: 'Ya sabes lo que tienes que hacer", dice Efira imitando el acento holandés del director.
Cuando Verhoeven estrenó Elle (2016), su último largometraje antes de Benedetta, en una entrevista con SensaCine, el director se reía cuando exclabama: "¡Ahora resulta que soy feminista!". Para Efira, el realizador siempre lo ha sido.
Paul Verhoeven ('Elle'): "¡Ahora resulta que soy feminista!""No solo Benedetta, en toda su filmografía. Considero que Verhoeven ha sido un cineasta totalmente feminista, incluso antes del #MeToo", afirma la actriz. "En las películas como Instinto básico denuncia ya el patriarcado, y en todo su recorrido cinematográfico. Benedetta es un personaje que no se pone a los pies de la sexualidad de los hombres. Verhoeven tampoco evita que los personajes tengan una buena cabeza. Son personajes que se baten por la libertad, mujeres que están de pie y que son libres".
