Dicen que, en el cine, mejor no trabajar con animales y niños, pero cada vez son más los directores que están dispuestos a desafiar esa afirmación. Santiago Segura ya ha demostrado en muchas ocasiones que sus actores más jóvenes no le dan ningún trabajo extra en los rodajes -de hecho, asegura que muchas veces los adultos son peores y que él mismo no se aprende los textos-. La directora Arantxa Echevarría se une al club de Segura en La familia perfecta, donde Belén Rueda ha tenido que grabar con un perro que le ha puesto las cosas un poco difíciles.
Rueda ha acudido como invitada a El Hormiguero junto a su compañero José Coronado. Allí han contado cómo la actriz tenía que rodar una escena con un dogo que le tenía que dar un lametón en la cara. El animal era muy profesional y lo hizo a la perfección en varias ocasiones, pero cuando le pidieron repetirlo más veces, decidió que ya era suficiente.
"Este perro era muy bueno y las tres primeras veces lo hizo, pero a la décima vez me dijo 'Mira, no te voy a pegar un lametón en la cara'. No era un perro pequeño, era un dogo", cuenta la protagonista. Se tuvo que buscar una manera de que le hiciera caso. "Sin que Arantxa, la directora, se diera cuenta -porque si no me habría dicho que estoy loca perdida- le dije a la cuidadora: 'Dame un trocito de salchicha'. Entonces, me lo puse en la boca y al gritar 'acción' me la puse en los dientes de delante y te aseguro que el perro se comió la salchicha", zanja Rueda.
Efectivamente, cuando Echevarría se enteró de lo que había hecho le dijo que estaba loca y, al revisar las imágenes, decidió que no se viera en el montaje definitivo. "Cuando se lo dije a la directora me dijo que estaba loca. De hecho, me dijo que quedaba muy agresivo y no se ve", cuenta Belén. La secuencia, fuera de contexto, puede sonar un poco rara, pero la actriz ha aclarado: "No solemos hacer esto, ¿eh? Es que era una comedia".
La familia perfecta sigue la historia de Lucía (Rueda), una mujer que ha centrado su vida en que su familia tuviera todo lo que necesitaba. Un día, su hijo le presenta a su novia Sara (Carolina Yuste), una chica que viene de un hogar muy diferente al que Lucía cree que es el ideal. Ella le enseñará que no todos tenemos que vivir igual y que la familia perfecta no existe.
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