A finales de 1979 estaba previsto el estreno de El crimen de Cuenca de Pilar Miró. La directora tenía todas las papeletas para convertirse en una de las cineastas de referencia en aquellos años de cambio político. Su mirada y su forma de contar la historia eran una de las características más significativas de Miró, y por lo que fue pionera del cine español. Sin embargo, la segunda película de Miró se convirtió en el único filme censurado durante la Democracia española.
"Queda suspendido el estreno de El crimen de Cuenca que debía tener lugar hoy en los cines Proyecciones, Albéniz y Carlton, por haber retenido las autoridades administrativas la necesaria licencia de exhibición", se podía leer en la prensa de Madrid. La escueta nota se convirtió en un escándalo político en toda regla y llenó editoriales de periódicos y debates parlamentarios. Incluso Miró pudo llegar a entrar a la cárcel.
El crimen de Cuenca sigue la historia real de José María Grimaldos, conocido como "El Cepa". El pastor desapareció en 1910 y dos personas eran las sospechosas, Gregorio Valero y León Sánchez. En 1913, un joven y entusiasta juez, Isasa, decide detener a los únicos sospechosos que fueron salvajemente torturados para lograr extraer de ellos las confesiones pretendidas. Décadas después, el pastor supuestamente asesinado tuvo que reabrir el caso y aclarar lo sucedido.
Te diste cuenta de la aparición de Chiquito de la Calzada en esta mítica serie de los años 70La directora solo necesito tres semanas para grabar la película. Sin embargo, y a pesar de ser aclamado en el Festival de Berlín, los espectadores españoles tardaron casi dos años en poder disfrutar de la película. El filme quedó secuestrado y marcó un antes y un después para la justicia y los estamentos gubernamentales. Recordemos que en aquella época España se encontraba en transición y estaba saliendo de la dictadura franquista.
Luis Escobar, director general de Cinematografía, enseguida se dio cuenta que el filme podía contener escenas constitutivas de delito. por ello, el teniente coronel fue a visionarla y la "secuestró", ya que "debía ser prohibida totalmente ya que, tanto por el planteamiento, duración de las escenas de tortura ('núcleo central de la película'), así como la crudeza de las mismas, unido a la campaña actual que sobre las torturas se está llevando a cabo, constituye una vejación al Cuerpo [Guardía Civil], de todo punto intolerable".
Una larga espera para el exitoso estreno
El 31 de enero de 1980 la jurisdicción militar ordenó el secuestro de la cinta y de todas sus copias, aunque no se entregaron todas las copias del filme. Miró fue procesada y, en libertad condicional, tenía que presentarse en el juzgado los días uno y quince de cada mes mientras esperaba el Consejo de Guerra y una petición de pena de seis años de cárcel.
El crimen de Cuenca al final no pudo estrenarse hasta agosto de 1981. El filme se convirtió en todo un éxito llegando a recaudar 376,7 millones de pesetas y 1.971.671 espectadores acudieron a verla. Una muy buena acogida que no pudo tapar la polémica por la forma de retratar las torturas. El segundo largometraje de Miró se convirtió en la única película censurada durante la Democracia, pero cuando se estrenó llegó a convertirse en la más taquillera de su año.
Este domingo, 16 de octubre, Lazos de Sangre rinde su particular homenaje a la ganadora de dos premios Goya cuando está a punto de cumplirse 25 de años de su fallecimiento. A partir de las 18:50 el debate del programa presentado por Boris Izaguirre con invitados de lujo como el hijo de la cineasta Gonzalo Miró, Bibiana Fernández, Cristina Almeida, Marta Robles y Carlos Santos. El documental completo de Lazos de sangre se emitirá el próximo jueves 20 de octubre después de Dúos Increíbles.
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