Netflix conoce muy bien a su público. Lleva años acumulando conocimiento y datos sobre lo que ven sus suscriptores y, sobre todo, lo que les hace no cancelar la suscripción al servicio de 'streaming'. A la compañía le encanta responder a sus deseos y si hay un género que les funciona van a seguir produciendo contenido hasta que todos los fans queden satisfechos.
Uno de los mayores aciertos de su historia ha sido Élite, serie que terminó en julio de 2024 después de ocho temporadas. Los líos de los estudiantes de Las Encinas llamaron la atención fuera de nuestras fronteras y, al igual que sucedió en su día con La casa de papel, se convirtió en un absoluto éxito. Exprimieron el material todo lo que les permitió el público y cuando ya no pudieron se lanzaron a diseñar una nueva serie: les ha salido muy bien la jugada porque estamos ante un nuevo 'hitazo'.
Para seguir la estela de Élite, el pasado 20 de junio estrenaron Olympo, una ficción sobre un grupo de adolescentes que se preparan para ser deportistas de élite que ha arrasado. La serie está en el top 2 global de Netflix, tanto en series de habla no inglesa como en series en general -si nos fijamos en la cantidad de visualizaciones-. Dos semanas en el Top 10, 6,9 millones de visualizaciones solo esta semana y un impacto en más de 70 países. No logra superar a la temporada 3 de El juego del calamar, pero su alcance es indudable.
Como comentamos, Olympo se centra en un grupo de jóvenes deportistas que se prepara en un Centro de Alto Rendimiento. Su sueño es convertirse en los mejores en su terreno y para conseguirlo tienen que pasar largas jornadas de entrenamiento, además de pagar un alto coste psicológico. Su eslogan es "¿hasta dónde estás dispuesto a llegar?" y a medida que se suceden los episodios queda más claro que no tienen límites con tal de alcanzar su objetivo.
Aunque se trata de una serie coral, la que lleva la voz cantante es Amaia, capitana del equipo de natación sincronizada y una de las más exigentes de todo el CAR. Cuando sospecha de que sus compañeras están recurriendo al dopaje, será la primera en denunciarlo ante sus superiores.
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Además de la trama competitiva, lo que hace que Olympo sea la sucesora de Élite son las relaciones entre sus protagonistas. Porque esto es una serie de deportes, pero sobre todo es una historia sobre adolescentes encerrados en un centro y con muchas ganas de pasárselo bien. Hay traiciones, romances, enemistades y más escenas en las duchas de las que un espectador promedio puede soportar. En este sentido, es puro entretenimiento para las audiencias más jóvenes y un pasatiempo para los más mayores que quieran pasar un rato ligero.