Acaba de aterrizar en Netflix El refugio atómico, la nueva serie creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los mismos que están tras los grandes éxitos de Vis a Vis o La Casa de Papel y su spin-off Berlín.
Esta vez, nos adentramos en un búnker de lujo construido por y para solo multimillonarios en caso de que ocurra un caos o acontecimiento al que no sobrevivirían. Sin embargo, en medio de una tensión de guerra mundial, son llamados a entrar. Una vez dentro, comienzan a salir a flote secretos que estaban guardados bajo llave.
La serie cuenta con un estilo visual muy similar al de los monos de Vis a Vis o La Casa de Papel, algo que nos explica la misma Esther Martínez Lobato como una seña de identidad de Vancouver Media.
Con motivo de su estreno, hemos podido hablar con sus creadores, Álex Pina y Esther Martínez Lobato, sobre las posibles similitudes con la exitosa Fallout de Prime Video o sobre qué planes tienen en el futuro respecto a una posible temporada 2.
El refugio atómico llega después del gran éxito de Fallout y tras vuestros trabajos de Vis a Vis y La casa de papel, que también tiene un estilo visual muy similar. ¿Qué es la que diferencia principalmente El refugio atómico de todos estos trabajos?
Álex Pina: Yo de Fallout creo que nos diferencia muchas cosas y creo que lo que nos realmente nos acerca es que estamos en un búnker. Yo creo que casi todo lo demás es muy diferente. A mí me divirtió muchísimo Fallout. Su propuesta cómic creo que me llamó la atención cuando la vi, porque nosotros llevamos tiempo con esto, que había algo en la propia decoración Mid Century, que ellos tenían y me divirtió mucho todo su mundo, pero creo que estamos en otra onda narrativa. Y respecto a las series nuestras, bueno, hemos hecho muchas series claustrofóbicas en espacios cerrados. La casa es una, quizás esta se asemeje más a Vis a Vis, pero en realidad al final siempre tenemos tendencia a contar una serie de cosas, a trabajar con la ambigüedad, con los altos del tiempo. Hay una parte de nuestro estilo que es inherente en los personajes, en cómo vas cambiando al espectador de lado. Y todo eso yo creo que también está de alguna manera El refugio atómico. Yo siempre tengo la sensación de que hablamos de lo mismo. Siempre hay conflictos paternalistas, siempre hay algunas parejas románticas que se rompen... pero en el fondo hemos querido estar en otro momento vital y contemporáneo. Cuando nació esta serie, nació el germen en el búnker de una noticia de periódico y hemos tardado muchos años en ponerla en pie y en todos esos años el búnker se ha hecho más presente en la vida de la sociedad. Y de pronto nos hemos dado cuenta que estamos en un momento peor que el que estamos en la pandemia. Pero bueno, nos ha servido siempre como un entorno brutal para contar, en este caso, la historia de unos ricos, pero con como siempre metido en depresión, metido en angustia, metido en claustrofobia y donde en este caso queríamos hacer una serie muy divertida. El apocalipsis como escenario para hacer algo que te cambia, te va cambiando el foco constantemente, hacer una matriosca. ¿Qué espera el espectador y cómo le vamos a dar la vuelta? ¿Cómo le vamos a sorprender? Y nos lo hemos pasado bastante bien haciéndola y eso creo que es importante. Divertirte haciendo una serie hace que el espectador también perciba una voluntad lúdica, una voluntad de sorprenderle en términos de entretenimiento. Y que es lo fundamental que hemos hecho intentado hacer en esta serie. Tiene mucha mala leche, es muy canalla en muchos momentos y tiene una ironía negra y un humor negro que a mí me hace gracia, que hemos cultivado en muchos momentos, pero que quizás en esta es todavía más evidente por el momento socio y geopolítico en el que estamos.
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Esther Martínez Lobato: Yo creo que hay una diferencia para mí a nivel de escritura que es que creo que no habíamos ahondado de una manera tan descarada en la mezquindad humana. Porque es verdad que los viajes de los personajes son muy diferentes a los que solemos narrar en otras series. Tienen muchas más traiciones, muchos más secretos, tienen una calaña muy distinta a la que a la que solemos trabajar o a lo mejor es que hay más personajes de esa calaña juntos ahora envueltos en en este encierro claustrofóbico, lo cual da lugar pues a sumado al pánico del encierro y la posibilidad de no salir nunca más de allí, eso hace que todo eso explote. Entonces, tal vez la bomba no está fuera, sino dentro
¿Tenéis algún plan sobre cuántas temporadas más o menos queréis hacer?
Alex: El decorado es una inversión brutal en todos los términos en esfuerzo, pero al final nada de eso te garantiza que te vea al público y al final que te vea el público es la verdadera razón de hacer más temporadas. Nosotros tenemos algo en mente, pero siempre que hacemos un final de una primera temporada lo hacemos cerrado y abierto a la vez. Y este final también es cerrado y abierto.Y lo único que tenemos pensado de la siguiente temporada es cómo sería el primer acto de un primer capítulo. Eso es lo que a donde nos llega lo que tenemos previsto hasta ahora. Y bueno, tenemos que salir ahí fuera, intentar llenar el patio de butacas y si lo llenamos volveremos con mucha fuerza. Creo que se pueden encontrar muchísimas cosas aquí, la verdad.
Cada episodio tiene un giro narrativo tras otro con cada personaje ¿Cuál habéis disfrutado más en escribir?
Esther: Pues la verdad es que ha sido bastante sencillo con cada uno de ellos porque si lo miras en una línea muy superficial es verdad que luego todos profundizando, tienen muchos colores y muchos matices, pero en una línea de definición de cada uno son muy estimulantes todos porque son muy cafres y porque son muy extremos. Entonces se te ocurrían miles de cosas. No hay ningún personaje que sea tibio y eso a la hora de darle la vuelta, hacerlo inesperado, descubrir algo del pasado, es muy estimulante.
'El refugio atómico': “Cada episodio tiene sus bombitas y cada personaje explota en algún momento”Alex: Sí, yo creo que es la serie, en general solemos tender a ser muy extremos. En todas las series hay personajes extremos, la verdad. Vis a Vis ni te cuento. Había personas ahí muy quinquis y punquis, pero es verdad que en este hay una calaña en términos de sube mucho la media. Y la moralidad muchas veces es muy divertida para el espectador, Sobre todo ahora que que hay miles de series, hay muchas series que se parecen unas a otras, Entonces, yo creo que presentarte con un proyecto muy punqui en muchos aspectos y con unos personajes que son capaces de todo.... Yo he disfrutado mucho. Vas soltando bombas por todos los lados, pero creo que eso también es entretenido. La serie tiene muchas capas de muchos géneros. Vas cambiando constantemente el punto de vista, pasas a acción, pasas a thriller, empiezas en apocalipsis, casi empiezas en un escenario de las ficciones de catástrofes de los 70. Y vamos pasando por muchos elementos, lo cual es muy divertido escribir y terminas en un alto culebrón de alta sociedad salvaje en donde la abuela es un es una bestia parda. Guillermo (Joaquín Furriel) es una bestia parda, hasta la propia el personaje de Natalia Verbeke. Y todo eso yo creo que es muy estimulante en términos de entretenimiento. Esa fauna humana sin ningún tipo de parámetro moral.Y bueno, es divertido para el espectador. Otra cosa es que empatice más o menos en lo personal, pero creo que la serie está hecha para tener esa mala leche, para tener un entretenimiento en estos tiempos que corren de ironía negra, que yo creo que hay que convertir el apocalipsis en algo lúdico, y es lo que nos seducía de esto. Y ahí están estos tipos amorales a más no poder.